El tercer factor, un alerta a la polarización

El tercer factor, un alerta a la polarización

Macri cree que Lavagna tiene apoyo en los empresarios vinculados con la trama de los cuadernos de las coimas.

Dujovne hizo arqueología política para encontrar huellas de Roberto Lavagna en la actual crisis económica que es, ahora, la principal causa de un potencial voto castigo a la reelección de Mauricio Macri. Las críticas en Washington del ministro de Economía y las más duras que le disparó Miguel Angel Broda, un consultor que sintoniza muchas veces con la administración de la Casa Rosada, revelan que los mentores de la polarización tienen un problema.

Ese problema puede ser Roberto Lavagna, cuya decisión de ser candidato está tomada pero todavía no se sabe muy bien de quién. Aún en esa indefinición que se estirará un tiempo más, ha encendido la alarma del “tercer factor”, es decir una oferta electoral que desafíe la disputa Macri-Cristina, recogiendo los desencantados con Cambiemos y el peronismo que cree que el kirchnerismo no tiene andadura local, regional o mundial. Los dos polos enfrentados usan para crecer o mantenerse la fuerza de su adversario, remedando el espíritu del judo.

Macri debe lidiar con las penurias de la economía, que erosiona su base, pero al mismo tiempo sigue siendo la propuesta más fuerte para enfrentar a Cristina Kirchner, que tiene base sólida pero con un techo que no logra perforar.

El Presidente está convencido de que el único camino para sanear la economía es el que ha emprendido, más empujado por la urgencia que por sus convicciones iniciales. Y espera que, por sobre las estrecheces de la recesión, haya razones políticas y de sentido común que se inclinen en su favor.

Se sabe que Macri en privado está molesto con los empresarios de los cuadernos, es decir los involucrados en la investigación del sistema de corrupción de la época kirchnerista. Este sector, dicen en la Rosada, es el que motoriza a Lavagna.

Cristina quiere aparentar que ha cambiado, pero apenas tiene oportunidad confirma que su naturaleza está intacta, a pesar de los esfuerzos de Alberto Fernández para explicar lo inexplicable.

Ahora el activo Eduardo Valdés, que parece estar cumpliendo el papel que Oscar Parrilli ya no puede desempeñar ante la opinión pública, acaba de agregar la posibilidad de que la ex presidenta no sea candidata por la situación judicial de su hija Florencia, en tratamiento médico en Cuba. No es el único que así opina: Massa está convencido de lo mismo, aunque la lógica indique lo contrario.

Esta disputa cerrada agrega más incertidumbre a la economía. Esa inquietud puede hacer que el mecanismo pactado con el FMI para mantener el control de los mercados sea insuficiente en el tramo final del año.

El tercer factor, ahora corporizado por Lavagna y los alternativos, comienza a tener peso. Todavía necesita sustento concreto, que no se consigue con Tinelli, aunque éste le garantice comunicación con sectores populares a los que no llega el ex ministro.

Depende de lo que decidan Sergio Massa y el gobernador Urtubey. Ambos siguen con su plan de obligar a Lavagna a ir a la interna. Este está tentando a radicales díscolos y hay quienes añaden que Facundo Manes podría ir a la fórmula principal.

Fuente: Clarín

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