Boca – Rosario, dos penales y un 0 a 0 en la vuelta de Tevez a la Bombonera

Boca – Rosario, dos penales y un 0 a 0 en la vuelta de Tevez a la Bombonera

Primero, Rossi le atajó un penal a Servio. Después, el arquero de Carlitos le sacó otro a Pol Fernández. Así, fue 0-0 y el Xeneize sigue lejos de la punta.

«Movete, Boca, movete…”. Hay que poner Boca, hay que poner, Boca…”. La Bombonera, esta vez, jugó por el equipo de IbarraUn equipo que desconcierta, que sigue sin dar señales y que dejó pasar otro vagón (más aún con el empate del líder Atlético Tucumán).

Y en ese modo queja que hace rato que no se escuchaba en el Templo, hasta el héroe de los penales fue esta vez un grito de batalla: “Rossi es de Boca, de Boca no se va…”. En el regreso de Tevez a su casa como DT rival, el Xeneize empató 0 a 0, falló otro remate desde los 12 pasos (ahora en los pies de Pol Fernández) y se fue con el alma en pena(l).

Más disputado que jugado, Boca y Central no se sacaron ventajas (FTP Clarín)Más disputado que jugado, Boca y Central no se sacaron ventajas (FTP Clarín)

El local sufrió el partido desde el comienzo. Por ese penal en contra que otra vez convirtió en figura a Rossi (le atajó a Servio). Pero también, por el juego en general. El Boca de Ibarra chocó contra una constante del ciclo: la falta de un patrón, de una idea, de una estructura orgánica. Hasta ahora, se apoyó siempre en el desequilibrio individual.

Y eso ocurrió una vez más con Central: un equipo que no es equipo, en definitiva, sino un conjunto de voluntades, que empuja, que se siente obligado a atacar, pero sin sociedades. Y el fútbol, sin sociedades, sin búsqueda colectiva, es un canto a la autogestión. Y a la improvisación.

Rossi le tapa a Servio lo que era el 1-0 de Central. (FTP Clarín)Rossi le tapa a Servio lo que era el 1-0 de Central. (FTP Clarín)

Por eso, cuando Villa corajeó contra un córner y ganó, Boca se llevó algo. Algo, claro, nacido desde lo individual: un penal de Cortez al colombiano, que otra vez se hizo karma ahora en los pies de Pol Fernández, en un arco maldecido (allí el Pipa Benedetto erró sus tres penales al hilo). A 1 de Central, al fin de cuentas, le Servio para tomarse revancha del que le atajó Rossi.

Boca, entonces, pasó de irse al descanso en ventaja, a tener que arrancar de cero el segundo tiempo. Y nada cambió demasiado. Tevez apostó a una estrategia que sufría cuando era el 10 azul y oro y tenía que enfrentar a rivales que se cerraban como lo hizo su Central, con orden, concentración y velocidad para contraatacar. Ah, y todo el mundo detrás de la línea de la pelota.

Ante ese escenario, ante la falta de juego colectivo, otra vez fue el desequilibrio de Villa el que marcó cierta diferencia: pero su remate dio en el travesaño y Boca se quedó de nuevo con el grito atragantado, en la más clara del local con pelota en movimiento en 63 minutos de partido (lo otro había sido el penal atajado a Pol).

A diferencia de lo que pasó con Racing, esta vez los cambios de Ibarra no funcionaron: adentro Langoni y Ramírez, afuera Fernández y Romero. Con dos extremos para nutrir a un desconectado Vázquez (llegó a los 14 partidos sin convertir, pero lo peor es que no la tocó), Boca buscó meter a su rival contra el arco de Servio. Y eso sí lo logró.

Villa tuvo la más clara y estrelló el travesaño. (AFP)

Aunque Central, aun acorralado, le tiró dos piñas que casi lo lastiman: una contra que desperdició Marinelli y un remate de Buonanotte que le tapó el Gigante Rossi, que cada día le levanta más la vara a Chiquito Romero.

Y ahí llegaron los cantitos. Los de una Bombonera que está perdiendo la paciencia por un equipo que le devuelve poco y nada, que sigue a nueve de la punta, pero todavía más lejos, en el juego…

Fuente: Olé