Coeficiente de Gini: el indicador de desigualdad que Milei deploró ante empresarios

Coeficiente de Gini: el indicador de desigualdad que Milei deploró ante empresarios

El indicador es una herramienta estadística usada para medir la desigualdad de ingresos en una sociedad. Esta medida, mencionada de forma crítica por el presidente Javier Milei, una herramienta técnica para entender cómo se distribuye la riqueza que a nivel local publica el Indec.

El coeficiente de Gini es una de las herramientas más utilizadas en economía para medir la desigualdad de ingresos dentro de un país o una región. Este índice, que fue mencionado hoy de manera despectiva por el presidente Javier Milei durante un discurso ante empresarios, sirve como un indicador del nivel de equidad o desigualdad en una sociedad. Pero, ¿qué es exactamente el coeficiente de Gini y cómo se calcula?

¿Qué mide el coeficiente de Gini?

El coeficiente de Gini mide la desigualdad en la distribución del ingreso o de la riqueza en una sociedad. Fue desarrollado en 1912 por el estadístico italiano Corrado Gini y se utiliza en todo el mundo para cuantificar la diferencia entre los ingresos de los más ricos y los más pobres en una población.

El coeficiente va de 0 a 1, donde:

  • 0 representa igualdad absoluta, es decir, que todos los miembros de una sociedad tienen exactamente los mismos ingresos.
  • 1 representa desigualdad absoluta, donde una sola persona tiene todo el ingreso y el resto no tiene nada.

Cuanto más cerca esté el coeficiente de 0, más igualitaria es la sociedad en términos de ingresos. Y cuanto más cerca esté de 1, mayor es la desigualdad. También suele ser representado como un porcentaje, donde 100% equivale a 1 y 0% a 0.

Ejemplos de coeficientes de Gini en el mundo

Para dar una idea concreta, los países con menor desigualdad tienden a ser algunas de las naciones europeas, con economías más desarrolladas y políticas sociales fuertes. Por ejemplo, Noruega tiene un coeficiente de Gini de 0,227%, uno de los más bajos del mundo, lo que indica que hay poca diferencia entre los ingresos de los ciudadanos más ricos y los más pobres.

En cambio, los países con mayor desigualdad incluyen a muchas naciones africanas y latinoamericanas. Sudáfrica, por ejemplo, tiene un coeficiente de Gini de 0,63, lo que la convierte en el país con la mayor desigualdad de ingresos del mundo según el Banco Mundial.

En el caso de Argentina, el coeficiente de Gini suele ubicarse alrededor de 0,42 al 046, lo que refleja una desigualdad moderada. El último dato de Indec dio 0,436 y corresponde al segundo trimestre de 2024.

El último dato de distribución del ingreso difundido por IndecEl último dato de distribución del ingreso difundido por Indec

El coeficiente de Gini y la crítica de Milei

El presidente Javier Milei, en un reciente discurso ante empresarios, se refirió al coeficiente de Gini de manera crítica, señalando que quienes lo utilizan lo hacen desde una postura ideológica que él considera negativa. En sus palabras, aquellos que mencionan este índice lo hacen para “hinchar las pelotas con la desigualdad”, sugiriendo que las ganancias extraordinarias obtenidas por los empresarios no deberían verse como algo negativo.

Para Milei, el crecimiento económico y las ganancias de los empresarios son señales de éxito, y perseguir a aquellos que obtienen beneficios extraordinarios es una forma de castigar a quienes, según él, están generando riqueza para el país. En su visión, los discursos que critican la desigualdad provienen de sectores que él denomina como “zurdos de mierda”.

¿Es útil el coeficiente de Gini?

Pese a las críticas de Milei, el coeficiente de Gini sigue siendo una herramienta ampliamente utilizada por economistas, gobiernos y organizaciones internacionales para evaluar el nivel de equidad económica de un país. Sin embargo, como cualquier indicador, tiene sus limitaciones.

Una de las críticas más comunes es que el coeficiente de Gini no muestra quiénes son los que están en cada extremo de la distribución del ingreso. Por ejemplo, no distingue entre diferentes grupos demográficos, como edad, género o etnia, lo que podría dar una imagen incompleta de la realidad. Además, no refleja necesariamente la calidad de vida de la población, ya que dos países con el mismo coeficiente pueden tener niveles de ingreso promedio muy diferentes.

Otra limitación es que el coeficiente de Gini se basa en los ingresos declarados y, en muchos países, especialmente en aquellos con grandes economías informales o mercados laborales no regulados, los ingresos reales pueden ser mucho más desiguales de lo que el índice sugiere.

¿Por qué a los economistas les importa la desigualdad?

Aunque algunos consideran que la desigualdad es una parte inevitable del sistema económico, especialmente en economías de mercado, muchos estudios indican que altos niveles de desigualdad pueden tener efectos negativos en el bienestar social y en el crecimiento económico a largo plazo.

Cuando una gran parte de la riqueza se concentra en un pequeño grupo de personas, puede generar inestabilidad social, reducir las oportunidades para la mayoría y limitar el crecimiento económico. Esto se debe a que las personas con ingresos bajos tienen menos capacidad de gastar y de invertir, lo que podría mejorar su calidad de vida y contribuir a la economía.

Por otro lado, algunos economistas argumentan que cierta desigualdad es necesaria para incentivar la innovación y el emprendimiento. Desde esta perspectiva, las ganancias extraordinarias no son un problema, sino una señal de éxito en una economía que recompensa el esfuerzo y la innovación.

Fuente: Infobae