Cómo hizo Amazon para que su primer supermercado, Amazon Go, no tenga cajeros ni filas
Este lunes abrió sus puertas una tienda de alimentos en la que no hace falta pasar por caja para pagar.
Tampoco necesitas hacer fila al salir ni despedirte del cajero. De hecho, ni siquiera hay cajeros —ni máquinas ni personas— ni recibos de compra…ni carros para hacer la compra.
La única cosa indispensable para comprar en este supermercado es tusmartphone.
Parece un cuento futurista, pero es real. Se trata de Amazon Go, el primer establecimiento «sin cajeros ni filas» que el gigante del comercio electrónico acaba de inaugurar en la ciudad de Seattle, Estados Unidos.
Paredes y techos que vigilan
Según explica la compañía en su sitio web, su nuevo supermercado usa «la tecnología de compra más avanzada del mundo» y los sistemas «más sofisticados de aprendizaje automático, visión computacional e inteligencia artificial».
Y eso se traduce en cientos de cámaras infrarrojas y sensores electrónicosque vigilan desde el techo a cada uno de sus clientes para identificarlos y controlar los productos que seleccionan, dice Chris Johnston, reportero especializado en negocios de la BBC.
Esas cámaras se pusieron a prueba con empleados de Amazon a lo largo del año pasado para ver si lograban diferenciar los movimientos de los clientes dentro de la tienda y los de los productos, sobre todo aquellos con apariencia similar.
Los estantes también están repletos de sensores que indican si se ha extraído (o si se ha devuelto) alguno de los productos. Y muchos llevan un código que les facilita a las cámaras la labor de identificación.
Las facturas, electrónicas, por supuesto, son enviadas a las tarjetas de crédito de los usuarios una vez que salen de la tienda.
Sin interacción humana y con carro «virtual»
Para entrar en la tienda los compradores deben atravesar unas puertas similares a las que hay en algunos metros y deslizar su teléfono por unos sensores.
Tan solo hace falta escanear un código QR, un código de barras bidimensional para entrar en la tienda.
El carro o el cesto de la compra no tiene sentido en este supermercado (es «virtual»), a menos que necesites proporcionar tu carnet de identidad para comprar alcohol y otros productos con restricción por edad (esa es, prácticamente, la única interacción humana en tu experiencia de compra).
Tampoco hay personas que vigilen tus movimientos: los sensores perciben si dejas un producto y lo borran automáticamente de tu factura. Aunque si necesitas pedir consejo, hay empleados a tu disposición.
«Esta tecnología no existía antes. Es un verdadero avance´», declaró Gianna Puerini, vicepresidenta de Amazon Go.
La empresa dice que esa tecnología es similar a la que usan algunos autos sin conductor, especialmente en lo que respecta a los algoritmos de aprendizaje automático y a la fusión de sensores.
A prueba de ladrones
«Las compras rápidas llevan siendo ‘el futuro del comercio minorista’ desde hace algún tiempo», sostiene Johnston. «Pero ahora Amazon cree que ha llegado su momento. O, al menos, que está listo para ponerlo a prueba en todo el mundo«.
Amazon no ofreció ningún tipo de información sobre cuán precisa es su tecnología.
«Pero lo que sí sabemos es que son capaces de pillar a los menos honestos. Un periodista del New York Times intentó robar unas latas de refrescos, pero el sistema lo detectó y las agregó a su cuenta», dice Johnston.
Aunque, aparentemente, no siempre fue tan efectivo.
El supermercado abrió sus puertas para sus empleados en diciembre de 2016, y se esperaba que las abriera antes al público pero, según le contó al diario estadounidense The Wall Street Journal un empleado de la empresa, hubo algunos problemas técnicos.
De acuerdo con su testimonio, hubo algunos fallos con ciertos sensores a la hora de distinguir clientes con cuerpos similares y con niños que colocaban productos en estanterías diferentes.
Sin filas tediosas
Amazon todavía no ha confirmado si abrirá más tiendas Go ni si introducirá esta nueva tecnología en Whole Foods, la cadena estadounidense de supermercados especializada en alimentos orgánicos, que adquirió el año pasado por cerca de US$14.000 millones.
«Sin embargo, los minoristas saben que cuanto más rápido hagan las compras sus clientes, más probable es que vuelvan«, explica Johnston.
«Hacer que la temida cola del supermercado sea una cosa del pasado le dará a cualquier minorista una ventaja sobre sus competidores», añade.
Esta no es la primera incursión de Amazon —que comenzó vendiendo libros por internet— en el comercio minorista.
En 2015, la compañía abrió su primera librería física (también en Seattle, donde tiene su base). Ahora hay unas 13 tiendas de Amazon en Estados Unidos, además de docenas de «pop-ups» (temporales), en las que vende también aparatos electrónicos y pequeños objetos para regalar.
Algunos analistas aseguran que Amazon usa sus tiendas para promocionar su servicio Prime, que funciona con una membresía.
Brian Olsavsky, director financiero de Amazon, anunció recientemente (el pasado mes de octubre) que sus rivales verán más tiendas Amazon en los próximos años.
«Verán una expansión. Todavía es temprano… esos planes se irán desarrollando con el tiempo».
Fuente: BBC