Conoció a un chico en Tinder y fueron a las sierras: se contagiaron, se aislaron y volvieron siendo novios en 12 días

Conoció a un chico en Tinder y fueron a las sierras: se contagiaron, se aislaron y volvieron siendo novios en 12 días

En un tuit, una chica de Córdoba contó una historia íntima que hizo estallar las redes sociales.

«Gracias a Tinder y al Covid estoy de novia.Matcheamos, nos fuimos a pasar un finde a las sierras y terminamos aislados 12 días e iniciando un noviazgo post brindis de Año Nuevo. Abro hilo»… Con esas palabras arranca un tuit que en las últimas horas hizo estallar de amor a las redes sociales.

Se lo adjudicó la usuaria «Feminati» y su relato de la historia ha llegado a miles de personas que lo han acompañado con un «me gusta» y muchas muestras de afecto

«Un fin de semana, aburrida, me descargué Tinder. Ya tenía una cuenta pero hacía mucho que no la usaba. La cuestión es que reincidí, como tantas otras veces. Matcheé con Maxi, que claramente me parecía bonito, pero además en su descripción decía que ‘sabía de todo un poco’. Yendo”, arrancó su historia.

@soyfeminati, en una imagen que compartió en sus redes sociales.@soyfeminati, en una imagen que compartió en sus redes sociales.

A su vez, la joven continuó: “Empezamos a hablar, no me acuerdo si un sábado o un domingo. La charla fluía bien, punto a favor. Le veía cara conocida de algún lugar y resultó ser que teníamos varias personas en común. Había un único problema: hincha de Talleres. ¿Yo? De Belgrano, obvio”, contó la joven, dejando en claro la pasión que despiertan los dos equipos más populares del fútbol de Córdoba, en Argentina.

La única rivalidad hasta ahora. Ella es de Belgrano de Córdoba y él de Talleres.La única rivalidad hasta ahora. Ella es de Belgrano de Córdoba y él de Talleres.

“Al día siguiente de nuestra primera charla, no me escribía. Decidí escribirle yo pese a que no suelo tener mucha iniciativa. Me respondió un par de horas después, bien. Seguimos hablando unos días más. En un momento pensé que no iba a pasar más que eso: un par de charlas copadas. Un martes a la noche, hablando de nuestras ganas de tomar helado, sucedió: me invitó a salir. El tema es que la invitación era para YA, a buscar helado un miércoles feriado a las 2 de la mañana. No la pensé mucho, el pibe me copaba. Tomé algunas medidas de cuidado y yendo”, agregó la usuaria.

La joven también reveló que mantuvieron varias citas más…»Un día llegué a su casa y tenía un regalo para mi: una vaquita de crochet. Morí de amor. Le puse Máxima y está en la repisa junto con mis cosas favoritas. Al día siguiente, antes de volver a casa, le dejé una notita en el baño como para matarlo de amor a él también. Funcionó», cuenta en el relato… Hasta que ella lo invitó a pasar dos días en las sierras cordobesas. 

“Aprovechamos que en nuestros trabajos nos daban días por Navidad y nos fuimos al campo desde el miércoles hasta el viernes. Nos tocó un clima ideal. Pileta, sierras, comida, aire acondicionado y muchos mosquitos. Ah, también armamos nuestro propio cine en el living”, expresó.

El le regaló una vaquita tejida y ella le dejó una nota llena de amor.El le regaló una vaquita tejida y ella le dejó una nota llena de amor.

Tras este plan que funcionó, volvieron a repetirlo a la semana siguiente. Sin embargo a las pocas horas de estar juntos, el joven comenzó con síntomas de coronavirus y procedieron a realizarse el hisopado correspondiente que dio positivo y decidieron afrontar la cuarentena juntos.

“Sí, nos agarró el 31 entre pañitos fríos en la frente (cuando quiero puedo ser un amor) y paracetamol. Obviamente pasamos el 31 a la noche en aislamiento y a las 00, después de brindar con Coca, me dijo que quería ser mi novio. Y yo también quería ser su novia. Segundo match. Volví a mi casa después de 12 días. Se me secaron todas las plantas, solamente sobrevivieron los cactus. Y acá estamos, viendo cómo sigue esta historia. Gracias Tinder”, cerró la joven con su historia de amor.

Hasta este miércoles el tuit ya tenía casi 30.000 likes y miles de retweets seguían propalando la historia de un amor incipiente, que ojalá llegue a buen puerto.

Fuente: Clarín