La mala postura por períodos prolongados, si la acompañamos con una cuota de sedentarismo, nos puede dar buenas chances de empezar a sufrir dolores de espalda (en la columna) que antes desconocíamos.
Si nos referimos a la actividad física, estuvimos obligados a dejar de lado muchos de nuestros ejercicios habituales como la práctica deportiva, el estar en movimiento al aire libre o la asistencia al gimnasio. Y nuestra musculatura axial lo sufre, es decir, aquella que está atrás y a los costados de la columna y nos ayuda a sostenerla y mantener las curvaturas adecuadas.
La mala postura por períodos prolongados, si la acompañamos con una cuota de sedentarismo, nos puede dar buenas chances de empezar a sufrir dolores de espalda (en la columna) que antes desconocíamos. Esto lleva a lo que estoy viendo en mis consultorios de cirugía de columna y tratamiento del dolor: por un lado, un aumento progresivo de pacientes con dolores cervicales y lumbares que antes de la pandemia no los sufrían y, por otro, una menor edad en las consultas, correspondiéndose en general con personas que abandonaron su actividad física habitual y modificaron su trabajo por una modalidad a distancia.
Entonces, cualquiera de ustedes me diría: “Trabajar tengo que trabajar y hacer deporte como antes ahora no puedo”. Y tienen razón. Pero podemos compartir algunos consejos para que esta pandemia sea más llevadera para nuestra columna.
En cuanto al ejercicio, para la columna y la musculatura axial es muy bueno el tipo aeróbico. Los ejercicios con carga o potencia, así como aquellos que producen impactos contra el piso como correr o saltar, tienden a ser más perjudiciales para la columna lumbar, principalmente si ya tenemos dolor. Podríamos destinar más tiempo a las caminatas, o bien usar la bicicleta fija o una cinta. Pero tenemos que mentalizarnos que no hay que quedarse quietos estos meses, sino que hay que buscar la forma de ayudar a nuestra musculatura con lo que podamos hacer.
Para mejorar nuestro ámbito laboral frente a la computadora serían fundamentales dos aspectos:
- la posición en que nos colocamos con respecto a la máquina
- hacer pequeños intervalos frecuentes para levantarnos y caminar algunos pasos, es decir, para cambiar de posición.
¿Y cómo nos podemos posicionar bien frente a la computadora?
En primer lugar, el monitor debe estar colocado de tal forma que la cabeza quede derecha, no debemos estar mirando hacia arriba ni hacia abajo, así evitamos forzar la musculatura cervical. A veces, para lograrlo debemos apoyar el monitor sobre algún objeto para elevarlo a la altura de nuestros ojos.
Tenemos que estar sentados con la espalda apoyada en el respaldo de la silla, con las caderas flexionadas a 90 grados, o sea, no inclinados hacia adelante ni hacia atrás.
Los brazos los vamos a colocar al costado del cuerpo y los codos también los vamos a tratar de tener flexionados a 90 grados o más.
Para esto último, es fundamental la altura en la que tendremos el teclado así como también el nivel del asiento de la silla que vamos a usar.
Estos tips nos ayudarán a evitar los dolores cervicales y lumbares relacionados a la mala postura frente a la computadora.
(*) Médico Neurocirujano (M.N.: 130405). Especialista en cirugía de columna y Tratamiento del Dolor. Instagram: @consultoriodedolor
Fuente: Ambitofinanciero