¿El año perdido?

¿El año perdido?

El 2020 será históricamente recordado como un año de crisis mundial. La pandemia de covid-19 marcó un antes y un después en la historia actual.

A la crisis sanitaria brutal (llevamos más de dos millones de muertos en todo el mundo) se suma la crisis económica también brutal.

Se han perdido millones de empleos y se han destruido empresas pequeñas, medianas y grandes, de todos los ámbitos. Por sólo citar un ejemplo, el Turismo y la Construcción están entre los sectores más impactados.

En Argentina hemos asistido a una cuarentena sin precedentes. Hace más de 200 días que una gran parte de la economía sufre una parálisis que ya no puede sostenerse más.

Esto nos encontró intentando salir de una situación de recesión, inflación, desestabilización cambiaria, pobreza estructural; conflictiva situación de la educación de nuestros hijos, tironeos sindicales, que solo sirvieron para agregar mayor dispersión y confusión. Se agregaron tantos problemas y aún hoy, no se ve la luz que nos permita pensar que el país iniciará el sendero de la recuperación, en todos sus segmentos, salud, educación, el universo del comercio, los servicios o la industria .

Hoy el panorama económico no es para nada alentador. Argentina ha perdido 1 de cada 5 empleos (casi 4 millones de desempleados), la pobreza sigue creciendo,  la inflación que no para, gasto público desproporcionado, empresas que cierran sin retorno, informalidad en aumento y un clima de desconfianza y desánimo generalizado, por solo nombrar algunos factores.

Esta crisis sin precedentes es acompañada por un sistema sanitario (público y privado) colapsado, los contagios que siguen produciéndose, la educación en gran parte y casi todos sus niveles sin clases presenciales y muchas actividades sin arrancar todavía.

Parece una situación irremontable, pero hay que continuar.

En calidad de colaborar nos hemos dirigido constantemente tanto al Gobierno Provincial y muy especialmente al Nacional, en el afán de contribuir con propuestas valederas, que sean útiles para la solución de las diversas situaciones.

Estamos conscientes que el PBI nacional caerá no menos de un 11% , lo que significa una caída notable de la actividad económica – comercial . A esto debemos tener en cuentasumamos la inflación que se dispara y se patentiza en los precios, una errática situación del dólar, que ha detenido el normal abastecimiento en los mercados. El tema de las tarifas congeladas, es para tener en cuenta, porque ya opera negativamente y cuando se liberen, será otro elemento complicado para empresas y por supuesto para las personas .

Necesitamos que el gobierno entienda que solo la actividad privada es la que genera riqueza. Que el motor para salir no van a ser medidas financieras o cambiarias únicamente sino el aliento a la inversión para poder crear puestos de trabajo y así generar consumo y poner en marcha la maquinaria económica, tan castigada en el país, desde hace mucho tiempo.

Los empresarios estamos esperando medidas que realmente muestren apoyo y finalmente permitan dinamizar las actividades industriales, comerciales y de servicio.

Los que quedan , los que tuvieron que cerrar y los que apuestan por nuevas ideas, necesitan un gesto que brinde confianza, que exprese empatía y renueve las esperanzas y las expectativas que hoy más que nunca se han visto diezmadas y superadas por la realidad que no toca vivir.

Los emprendedores siempre hemos luchado y puesto lo mejor de nuestros recursos y energías para seguir. Los trabajadores necesitan llevar ingresos a sus hogares. El país debe seguir. La Constitución Nacional es nuestro amparo y garantía.

Fuente: Prensa: UCIM

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