El enigma del ABCD: la piedra egipcia de hace 3.400 años en la que aparece el alfabeto
Nigel Strudwick descubrió la pieza en 1995 en una tumba que perteneció a un oficial egipcio llamado Sennefer, quien fuera canciller del rey Tutmosis III en la ciudad de Tebas
El primer ejemplo de nuestro alfabeto, una posible frase mnemotécnica que ayudó a alguien a recordar «ABCD«, ha sido descubierta en una pieza de piedra caliza inscripta de hace 3.400 años del antiguo Egipto, según creen los expertos.
Tres de las palabras comienzan con el antiguo equivalente de B, C y D, creando lo que puede ser una frase mnemotécnica. Thomas Schneider, profesor de Egiptología y Estudios del Cercano Oriente en la Universidad de Columbia Británica, informó del descubrimiento en un artículo publicado en el Boletín de las Escuelas Americanas de Investigación Oriental. Este hallazgo «sería la primera certificación histórica de ‘nuestra’ secuencia de alfabeto», explicó a ‘Live Science‘.
Los eruditos actuales a veces llaman al antepasado primitivo de nuestra progresión del alfabeto ABCD, la secuencia «abgad», porque esta menciona algunas de las primeras letras de la versión temprana de nuestro abecedario. Hasta este descubrimiento, el ejemplo más antiguo databa hace unos 3.200 años.
El que usamos hoy se deriva del utilizado por los fenicios, una civilización que floreció hace aproximadamente entre 3.500 y 2.300 años en el Mediterráneo oriental. Usaron lo que los estudiosos llaman un idioma semítico, un término que se refiere a una rama de idiomas que se remonta al Medio Oriente, que comparten algunas palabras similares. El precursor temprano del nuestro estaba escrito en este tipo de lenguas. Sin embargo, pocos textos escritos así datan de 3.400 años o más.
Primeros abecés
Un equipo de arqueólogos del Proyecto de Tumbas de Theb The Cambridge, dirigido por Nigel Strudwick, descubrió la pieza en 1995 en una tumba que perteneció a un oficial egipcio llamado Sennefer, quien fuera canciller del rey Tutmosis III en la ciudad de Tebas (posteriormente Luxor). Recientemente Schneider la ha estudiado hasta descifrar su contenido. Mientras que el texto está escrito en hierático, una forma de escritura jeroglífica egipcia, todas las palabras parecen tener un origen lingüístico extranjero y son en su mayoría semíticas.
Un lado de la piedra caliza contiene una serie de símbolos que representan las palabras «bibiya-ta» (una palabra que puede significar «caracol de tierra»), «garu» (una que puede significar «paloma») y «da» ‘at» (que podría ser «papagayo»). Hace más de 3.000 años, la «g» habría representado el sonido de la «c» actual, lo que significa que la primera letra de cada una de estas palabras es el equivalente antiguo de “BCD”.
Tres de las palabras comienzan con el antiguo equivalente de B, C y D, creando lo que puede ser una frase mnemotécnica
Frente a estas tres palabras se encuentran unos símbolos, que debido al deterioro de la pieza dificulta su interpretación, pero podrían deletrear «elta’at«, una palabra que puede significar lagarto. Es posible que todos los signos juntos formaran la frase: «El lagarto y el caracol, la paloma y el papagayo…», una oración que pudo haber ayudado a la persona que lo escribió a recordar el orden correcto del antiguo precursor del alfabeto actual, nuestro abecé.
Otra secuencia
Pero hay más. El otro lado del fragmento también contiene una serie de palabras semíticas escritas en hierático, las cuales deletrean las palabras «hahāna lāwī ḥelpat mayyin leqab«. Las primeras letras de las primeras cuatro palabras de esa serie, las letras «hlhm«, representan las primeras letras de otra secuencia alfabética antigua, una que nunca llegó a ser tan popular.
Estas palabras forman una frase que significa «hacer agradable al que dobla la caña, riega«, según el Qab. Esta es una unidad de medida que equivale a aproximadamente 1,2 litros, explica Schneider. Ben Haring, profesor universitario de Egiptología en la Universidad de Leiden, fue el primero en reconocer dicha secuencia y publicarlo en un artículo del ‘Journal of Near Eastern Studies’.
Aprender el idioma
Quien hizo estas inscripciones hace 3.400 años puede haber estado tratando de recordar el comienzo de ambas secuencias alfabéticas. Sennefer fue un funcionario que se ocupó de los asuntos exteriores de Egipto y probablemente entendió las lenguas semíticas que se usaban en el Mediterráneo oriental.
Hasta este descubrimiento, el ejemplo más antiguo databa hace unos 3.200 años
Cuando se estaba construyendo la tumba del canciller, tal vez los escribas que ayudaron a construir la tumba estaban tratando de aprender el idioma, y uno de ellos escribió estas palabras como ejercicio de práctica. Un problema importante con la investigación es la falta de textos escritos en semítico que daten de hace 3.400 años, comenta Haring.
Esto significa que cuando los académicos analizan las palabras, deben usar escritos de periodos posteriores para entenderlas, aunque sus significados pudieran haber sido diferentes. Este descubrimiento arroja una nueva e importante luz sobre la historia de los alfabetos semíticos y el conocimiento egipcio del ordenamiento alfabético en la antigüedad.
Fuente: elconfidencial.com