México asegura que hay un 80% de posibilidades de llegar a un acuerdo sobre el TLC

México asegura que hay un 80% de posibilidades de llegar a un acuerdo sobre el TLC

Guajardo admite que la última polémica con Trump por temas migratorios frenó alcanzar un pacto en la Cumbre de las Américas de Lima

El principio de acuerdo de renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre México, Estados Unidos y Canadá es inminente. El secretario [ministro] de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, ha asegurado este lunes que hay un 80% de probabilidades de lograrlo antes de la primera semana de mayo. «Va a depender mucho de la flexibilidad», afirmó el negociador mexicano. El TLC (o Nafta, en sus siglas en inglés) supuso hace 24 años una zona de libre comercio con 450 millones de habitantes y que mueve más de un billón de dólares entre compraventas. Los tres socios llevan casi un año negociando su reforma con mucha dificultad y bajo la permanente amenaza de ruptura por parte de Washington. En las últimas semanas parece haberse allanado el camino para el pacto, aunque la polémica migratoria no ayuda.

«Deberíamos saber si este esfuerzo somos capaces de cerrarlo a más tardar la primera semana de mayo» , recalcó Guajardo, en una entrevista en Televisa. Pese a estar convencido de que la firma está más cerca que lejos, el negociador admitió que la volatilidad del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desempeña un papel importante: «En este ambiente que estamos viviendo todos los días, no puedes asegurar absolutamente nada», explicó sobre las posibilidades de que, finalmente, la firma del preacuerdo se caiga. «Hay un factor impredecible, que ahora inicia a las seis de la mañana a partir de un pensamiento inspirado por los medios, que luego se tiene que ir implementado por los que hacen política pública. Esa manera de hacer política pública es rara y puede tener consecuencias», ilustró.

La referencia a los tuits de Trump tiene si cabe más vigencia estos días. Los ataques en materia de migración que el inquilino de la Casa Blanca lanzó contra su vecino del sur la semana obligaron al presidente de México, Enrique Peña Nieto, a elevar el tono contra Trump como no había hecho hasta ahora. Todo ello supuso un frenazo en los avances del TLC, según admitió Guajardo, que, no obstante, trató de desvincular ambos temas. «Hemos entendido que la negociación tiene que seguir adelante».

Uno de los elementos más espinosos en la renegociación se refiere al sector de la automoción y gira en torno al porcentaje de material de la región (es decir, de cualquier de los tres países de la Nafta) que debe tener un vehículo para ser considerado de producción local y no estar sujeto a aranceles. Ahora, el contenido coche debe ser en un 62,5% procedente de territorio Nafta para no suponer una importación y Washington quiere elevarlo al 85%. En los que parece haber cedido es en la exigencia preliminar de que, además, dentro de ese 85%, un 50% fuera específicamente de EE UU.

Las dificultades de base y la polémica migratoria han impedido que se pueda firmar el preacuerdo en la Cumbre de las Américas de Lima, que se celebra este fin de semana. «Había una expectativa de que se llegase a un acuerdo en la reunión de Lima, pero faltaba mucho trabajo. Si a este le agregabas este tema no había condiciones para llegar a un acuerdo», dijo el secretario mexicano, en referencia a la polémica con Trump. Fuentes oficiales del lado mexicano aseguran que en la medida en que el presidente de Estados Unidos no rebaje el tono de sus declaraciones contra México y no cese de lanzar ataques en materia de migración, se hace complicado que puedan formalizar un acuerdo, de ahí también no llegar a hacerlo en la reunión de Lima.

Las declaraciones de Guajardo se producen el mismo día en que en teoría, en Washington, arranca una nueva ronda de renegociación, pero las negociaciones han entrado en una fase sprint y ya son permanentes. La semana pasada, los negociadores jefe -Guajardo, el estadounidense Robert Lighthizer y la canadiense Chrystia Freeland- se reunieron durante toda la semana para tratar de desencallar la discusión, aunque no lograron sentar las bases para poder anunciar un acuerdo marco esta semana, que era la intención de Trump.

El representante mexicano explicó que la intención es trabajar de forma permanente, sin tanta «parafernalia». Además, incidió en que a quien más le urge un acuerdo es a Estados Unidos. «Si no llega a un acuerdo a más tardar para la primera semana de mayo no le permitiría llevarlo a voto con el actual Congreso, se le iría al siguiente, donde quizás pierda la mayoría. Y cuando hay urgencia, tiene que haber flexibilidad».

Fuente: El País

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