El Glamping se impone en Mendoza: la experiencia de acampar lujosamente

El Glamping se impone en Mendoza: la experiencia de acampar lujosamente

La tendencia ofrece la posibilidad de hospedarse dentro de parques nacionales, en zonas de montaña, bosques y desiertos remotos con las comodidades de un hotel.

A quienes les gusta experimentar el turismo sustentable, pero no lidiar con las incomodidades de dormir en una carpa, el Glamping ha llegado a complacerlos.

Esta nueva modalidad de hospedaje que crece con fuerza en Mendoza ofrece la posibilidad de dormir en una habitáculo rupestre rodeado de naturaleza, sin invadirla y con las mismas comodidades de un hotel. Eso sí, las tarifas son elevadas en comparación a una cabaña o casa de campo y en la mayoría de los casos están expresadas en dólares.

Gustavo Figueredo, de Glamping South, el sitio web que difunde glampings destacados de Sudamérica, contó a El Sol que «Mendoza es la provincia de Argentina que ha tenido mayor crecimiento en la construcción de glampings pos pandemia y en los que se están por venir».

En un contexto en el que se advierte que el resto de las modalidades de hospedarse han decrecido, y de hecho muchas cabañas y hoteles cerraron, la pandemia impulsó el glamping porque permite estar más aislado de otras personas y en contacto con la naturaleza.

De hecho, en Mendoza se ofrece la posibilidad de hospedarse dentro de parques nacionales, en zonas de montaña, viñedos y bosques remotos.

«Estamos al pie del Cerro Campanario, justo en el límite con Chile. Lejos de toda civilización. Es un lugar místico, porque los pehuenches se reunían en este lugar para hacer acuerdos y eventos sociales», contó Maira de Real del Pehuenche, alojamiento ubicado en Malargüe. 

«El objetivo es potenciar el lugar con un proyecto sustentable. Usamos energía solar. No hay cemento aquí, y si el día de mañana el proyecto se va, el lugar queda tal cual es naturalmente», explicó. 

En la reserva de paisaje protegido Castillos de Pincheira, a 27 km al oeste de la ciudad de Malargüe, se advierten unos «hornitos»: son los Domos Glam Camp ubicados en el camping del lugar.

Francisco Baigorria Cara, uno de los socios del emprendimiento, recordó: «En esa zona, toda la vida se ofreció el servicio de camping, pero nunca el alojamiento y siempre veíamos con mi hermano que el lugar daba para hacer algo más».

«El lugar es privilegiado, tenemos una vista a los castillos que es impresionante. Tenemos el monumento natural al frente. Utilizamos paneles solares para suministrar electricidad, pero no tenemos Internet. Tampoco lo quiero porque la gente busca todo lo contrario: desconectar»

Denmoza Eco Lodge invita a sus huéspedes desde el lado norte del embalse Potrerillos con la insignia «frente a los maravillosos Andes». Su dueño, Hernán, relató que sus huéspedes lo eligen porque buscan «naturaleza, desconexión, experiencia; algo totalmente fuera de lo común».

Glamping Meraki es otra propuesta de este tipo: por su ubicación entre viñedos maipucinos, va de la mano con el vino. Este emprendimiento abrió sus puertas en septiembre de este año, e invita a alojarse en medio de la finca Terranea entre viñedos, olivos y un lago artificial.

Juan Casado, uno de los socios, contó: «Abrimos nuestras puertas en septiembre del 2021, recibiendo turistas de todo el país. Estamos muy contentos y con muchas ganas de seguir apostando a nuestra querida Mendoza, la gente que nos visita nos llena de energías a partir de sus maravillosas devoluciones».

 

La pandemia los impulsó

El glamping es una modalidad relativamente nueva: tiene no más de 10 años en el país y los primeros aparecieron en Calafate y Capilla del Monte. Actualmente, hay unos 40 en toda la Argentina.

Hospedarse en un domo es quizás la propuesta más común, pero otro tipo de posadas alternativas también se encuadran en el glamping.

Según Gustavo de Glaming South: «De los 40 hospedajes glamping que hay actualmente en Argentina, un 40% se construyeron en pandemia. A marzo de 2020 el sitio web registraba sólo 26 en todo el país».

«Es lo que se viene»

Francisco, de Domos Glam Camp, invitó a los mendocinos a que se animen a emprender igual que él y su familia. «Nos encantaría que esta idea llegue a más emprendedores. No hay necesidad de contar sí o sí con domos, se puede hacer con otro tipo de construcción. Sería genial que la gente lo empiece a tomar como un emprendimiento familiar».

«Junto a mi hermano Raúl, mis hermanas Carola y Sol, mi mamá Lucía, y mis cuñados Natalia y Darío somos todos los que estamos involucrados. Empezamos con este emprendimiento hace 4 años. Primero hicimos una prueba piloto y nos dio excelentes resultados», detalló.

«Al ser familiar, la experiencia es muy amena. Eso es lo que ofrecemos y el turista lo comprende del todo cuando está hospedado. La atención es lo más importante», agregó.

 

¿Cuál es el target del glamping?

El tipo de público es joven, entre 25 y 35 años, en un 50% a 60%, comentó Gustavo, según las métricas de su sitio web. En segunda posición aparece una franja entre los 35 y 50 años.

Para Glamping South, «las mujeres son las que más lo buscan, basándonos en consultas, visitas y seguimiento de las redes sociales; y las parejas son las que más optan por este tipo de alojamiento«.

Para Francisco, quienes eligen Pincheira son «un público general», y agregó: «Cualquier persona que tenga ganas de disfrutar de la naturaleza y dormir bien. Aprendemos en el día a día. Al cliente lo vamos conociendo».

Despreocuparse por las comidas

La mayoría de los emprendimientos opta por la opción de media pensión. «Casi todos contratan con cena incluida, como para desentenderse luego de un día de actividades», explicó Hernán, de Denmoza.

Maira, de Real del Pehuenche, contó: «Ffrecemos hospedaje con pensión completa, es decir, todas las comidas incluidas. No podés ir y cocinarte. Te ofrecemos todo para que te desentiendas de eso».

Juan de Meraki hizo hincapié en la cocina: «También contamos con un restaurante que hace honor a la buena gastronomía que tenemos en la provincia».

Fuente: Diario El Sol