El Gobierno y Tapia juegan con fuego: ¿la FIFA podría suspender a la Argentina si la justicia interviene la AFA?
Si la AFA perdiera el control del fútbol, podría ser sancionada por la entidad madre del fútbol. Cuáles son los antecedentes en los que se suspendieron asociaciones. El día que Argentina estuvo a punto de perder la organización del Mundial 78 por injerencia de la dictadura.
La pelea entre el Gobierno nacional y Chiqui Tapia está instalada. La decisión de la Inspección General de Justicia de suspender las elecciones en AFA, que a la vez apelará la medida e igual llevará adelantes la asamblea, es un round más del combate. Y ahora, el Daniel Roque Vítolo, titular de la IGJ, aseguró que «el Ministerio de Justicia puede interponer la intervención». Por eso surge la pregunta: ¿la FIFA puede desafiliar a la Asociación del Fútbol Argentino si considera que hay injerencia política en los asuntos internos de la Asociación?
La dirigencia deportiva siempre enfatizó que si cualquier gobierno se mete en sus decisiones o incluso amaga con intervenir la entidad, la FIFA podría suspender o expulsar a la AFA de su seno. Por ende, la Selección no podría intervenir en competiciones oficiales como la Copa América, las eliminatorias mundiales, menos la Copa del Mundo, y tampoco en categorías juveniles.
El artículo 15 del estatuto es claro al respecto. “Estatutos de las federaciones miembros”, es el encabezado y dice: “Los Estatutos de las federaciones miembro deberán cumplir con los principios de gobernanza y, en particular, deberán incluir como mínimo, determinadas disposiciones relativas a las materias siguientes: a) declaración de neutralidad en cuanto a política y religión; b) prohibición de toda forma de discriminación; c) independencia y prevención de injerencias políticas; d) garantía de la independencia de los órganos judiciales (separación de poderes)”.
Luego, en su artículo 16, explica el mecanismo para la suspensión. “El Congreso podrá suspender a una federación miembro únicamente a petición del Consejo. No obstante, sin el voto del Congreso, el Consejo podrá suspender temporalmente y con efecto inmediato a aquellas federaciones miembro que violen gravemente sus obligaciones. La suspensión del Consejo mantendrá su vigencia hasta el Congreso siguiente, salvo que el Consejo levante la sanción antes de la celebración del Congreso. 2. La suspensión de una federación miembro por parte del Congreso requerirá la mayoría de las tres cuartas partes (3/4) de los miembros presentes y con derecho a voto. La suspensión de una federación miembro por parte del Congreso o el Consejo deberá confirmarse en el Congreso siguiente por una mayoría de las tres cuartas partes de las federaciones miembros presentes y con derecho a voto. De no confirmarse, se levantará automáticamente dicha suspensión. 3. Las federaciones miembro suspendidas no podrán ejercer sus derechos como miembro. El resto de federaciones miembro no mantendrán contacto, en el plano deportivo, con los suspendidos. La Comisión Disciplinaria podrá imponer otras sanciones”.
La expulsión es más compleja pero está prevista en el artículo 17: “1. Únicamente a petición del Consejo, el Congreso podrá expulsar a una federación miembro si: a) incumple sus obligaciones económicas con la FIFA; b) viola gravemente los Estatutos, reglamentos o decisiones de la FIFA; c) pierde la categoría de federación representante del fútbol asociación de su país. 2. Para que la exclusión de una federación miembro sea válida, se requerirá la presencia en el Congreso de la mayoría (más del 50%) absoluta de las federaciones miembro con derecho a voto; además, la propuesta deberá ser aprobada por una mayoría de tres cuartos (3/4) de los votos emitidos válidos”.
En el Gobierno califican como un «mito urbano» impulsado desde los tiempos de Julio Humberto Grondona la posibilidad de que la AFA sea desafiliada por la FIFA por la injerencia estatal en lugar de recurrir al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), con sede en Laussane. Sin embargo, los antecedentes dicen otra cosa.
Una de las últimas federaciones que fue suspendida por la FIFA fue Kenia, entre febrero y noviembre de 2022. El Bureau del Consejo de la FIFA adoptó la decisión porque el gobierno de Kenia había destituido a todo el Comité Ejecutivo de la Federación Keniata. Cuando recibió la carta del secretario general, Barry Otieno, asegurando que el gobierno había restituido todos los cargos, la FIFA levantó la sanción.
También está fresco el caso de la Federación India de Fútbol (AIFF) que fue suspendida en 2022 tras perder el control de sus actividades «por una injerencia grave de terceros», lo que la FIFA consideró como «una grave falta a su estatuto». En aquel momento, a la entidad madre del fútbol no le importó que el país involucrado estuviera a punto de recibir al Mundial de Fútbol Femenino Sub 17 y se afectara directamente uno de sus negocios.
FIFA y Estado, asunto separado: la llegada de Havelange cambió la historia
Con la llegada de Joao Havelange a la presidencia en 1974, el ente mundial empezó a ser mucho más riguroso con la injerencia política sobre las federaciones. Hay que recordar que entre 1966, tras el Golpe de Estado de Juan Carlos Onganía al radical Arturo Illia, la AFA estuvo intervenida desde 1966 hasta 1973, cuando retornó la democracia tras el triunfo de Héctor Cámpora.
Argentina había sido elegida para organizar el Mundial en Tokio 64 y la sede fue ratificada en Inglaterra 66 y en México 68. En aquella época, los congresos de la FIFA eran cada dos años, en las sedes de los Juegos Olímpicos y de la Copa del Mundo. Pero todo se aceleró a partir de 1974. El golpe del 24 de marzo de 1976 puso en riesgo el torneo, mucho más porque los militares obligaron a la renuncia del presidente David Bracutto, acosado financieramente (le vaciaron las cuentas de la AFA).
Se venía otra intervención, pero Havelange, de nuevas migas con los militares y en especial con el contralmirante Carlos Lacoste, advirtió sobre la situación. Bracutto renunció, también todos los miembros del Comité Ejecutivo y asumió de forma interina el gerente Ernesto Wiedrich.
La asamblea para elegir un nuevo presidente y un nuevo Comité Ejecutivo fue convocada para el 22 de abril. Uno de los candidatos era Rafael Aragón Cabrera, presidente de River. El otro, Gregorio Trimarco, hombre de Vélez y hermano de Domingo Trimarco, gobernador de Neuquén entre 1978 y 1983. Los números favorecían a Trimarco. Pero apenas comenzó la Asamblea, José Colón Fernández, presidente de Temperley, mocionó pasar a un cuarto intermedio argumentando que con ello pretendía “evitar los divisionismos y buscar unanimidad de criterios”.
La votación mostró la división. Había 36 asambleístas, 19 votaron a favor de la postergación y 17 en contra. “Este cuarto intermedio puede ser muy útil para todos. A lo mejor se encuentran coincidencias que favorecen a todos los clubes”, expresaba Rafael Aragón Cabrera, uno de los candidatos a presidentes y que estuvo a favor de aplazar la elección. El teniente coronel (RE) Fernando Baldrich, vicepresidente primero de San Lorenzo, fue uno de los fiscales de la elección y comentó: “La división entre las dos partes es demasiado pronunciada”.
La nueva asamblea fue convocada para el 3 de mayo. Qué pasó en el medio. La Marina le había ganado la pulseada al Ejército por el manejo de la AFA. Las presencias del Almirante Emilio Massera, uno de los integrantes de la primera Junta Militar de la sangrienta dictadura que comandó Jorge Rafael Videla, y la del Vicealmirante Carlos Alberto Lacoste, comenzaron a hacerse fuertes en la AFA. En la primera asamblea, frenaron la candidatura Trimarco. Y en quince días, logró imponer la candidatura de Alfredo Cantilo, un abogado que había sido presidente del Colegio de Árbitros entre 1969 y 1970 y de la comisión de Asuntos Internacionales entre 1971 y 1983. Cantilo era socio de Vélez, de CUBA, del Jockey Club y del Ocean Club de Mar del Plata. El tercer hombre fue la solución en aquel momento y si bien resultó más una imposición, se evitó una sanción de FIFA y la posibilidad de perder la organización del Mundial.
Fuente: Clarín