El periodista Jamal Khashoggi fue asesinado y desmembrado en el consulado saudita de Estambul, dice “The Washington Post”

El periodista Jamal Khashoggi fue asesinado y desmembrado en el consulado saudita de Estambul, dice “The Washington Post”

El gobierno turco informó a funcionarios estadounidenses que tiene pruebas de audio y video de que el periodista Jamal Khashoggi fue asesinado y desmembrado dentro del consulado saudita en Estambul, publicó este viernes The Washington Post.

El diario, donde Khashoggi era columnista, citó a fuentes que pidieron anonimato diciendo que las imágenes muestran cómo lo detuvieron cuando fue a la sede diplomática el 2 de octubre a fin de buscar un documento para su boda.

Mientras tanto, una delegación de Arabia Saudita llegó a Turquía como parte de una investigación, según reportó la agencia estatal de noticias Anadolu.

Los sauditas oficialmente ya calificaron como «infundada» la acusación de que secuestraron y/o dañaron físicamente a Khashoggi. Pero no ofrecieron ninguna prueba de que el hombre se fue del consulado y desapareció, pese a que su futura esposa lo estaba esperando afuera.

Ankara y Riad formarán un «grupo de trabajo conjunto» para investigar el caso, explicó este jueves Ibrahim Kalin, vocero del presidente turco.

El periodista tenía 59 años y era cercano a la familia real saudita. Se había convertido en un crítico del gobierno actual y del príncipe heredero Mohammed bin Salman, quien introdujo reformas pero mostró poca tolerancia a las opiniones adversas.

Khashoggi vivía en un exilio autoimpuesto en los Estados Unidos desde el año pasado. En The Washington Post escribió ampliamente sobre Arabia, incluyendo críticas a su guerra en Yemen, su reciente disputa diplomática con Canadá y el arresto de activistas por los derechos de las mujeres.

Qué más hay detrás

El presidente estadounidense Donald Trump ansiaba forjar una estrecha alianza con Arabia Saudita desde cuando lo recibieron fastuosamente el año pasado, pero ahora deberá repensar la relación por la misteriosa desaparición Khashoggi.

El caso incluso crea tensión entre el gobierno norteamericano y congresistas que exigen saber si es verdad que el periodista fue asesinado y descuartizado en la sede diplomática.

El mandatario asegura que exigió a líderes sauditas «toda la información» sobre el asunto.

Los turcos sostienen que un «escuadrón de la muerte saudita» mató a Khashoggi. Si se comprobara la responsabilidad o la complicidad de los árabes, la amistosa relación con los Estados Unidos podría verse frustrada. E incluso peligraría la posibilidad de paz en Medio Oriente.

Trump viene respaldando la ambiciosa campaña del príncipe saudita Mohamed bin Salman por modernizar el reino y estimular su economía.

El yerno de Trump, Jared Kushner, suele hablar por teléfono e intercambiar mensajes con el príncipe y fue clave en las negociaciones que en 2017 derivaron en la venta de armas norteamericanas por 110.000 millones de dólares.

Sin embargo, aun antes de la desaparición de Khashoggi el Congreso se mostraba inquieto por las políticas sauditas y la represión de disidentes. Ahora cunden los llamados en el Capitolio para suspender las ventas de armas al reino.

Trump tendrá que elaborar «una respuesta calibrada», opinó Jon Alterman, director del departamento del Medio Oriente del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales. «A él no le gusta esa forma de hacer las cosas: prefiere las victorias contundentes.»

Las relaciones entre EE.UU. y Arabia Saudita resultan complejas porque abarcan una amplia gama de temas: energéticos, militares, económicos y de inteligencia.

Fuentes: AP, AFP, EFE.

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