Fin a una deuda histórica: Mendoza cancela el bono Aconcagua
Después de 21 años, la Provincia cancela un viejo compromiso emitido en 1997 durante el gobierno de Arturo Lafalla por US$ 250 millones.
Este 4 de setiembre, el Gobierno de Mendoza procederá al pago de la última cuota del Bono Mendoza 2018 (ex Aconcagua), y cerrará así un capítulo de una deuda histórica que la Provincia tuvo que cargar durante 21 años.
El Ministerio de Hacienda y Finanzas informa que el 24 de agosto se procedió a la compra de los USD 12.5 millones necesarios para cancelar la última cuota del Bono. La decisión de adquirir anticipadamente los dólares a un tipo de cambio de 30,45 permitió un ahorro considerable de ARS 90 millones. Los fondos serán oportunamente puestos a disposición de los inversores a través del The Bank Of New York Mellon.
De esta forma, la Provincia da cumplimiento a unas de las prioridades establecidas por la gestión del Gobernador Alfredo Cornejo: atender, en tiempo y forma, las obligaciones soberanas de Mendoza.
Atrás quedó aquella Provincia que por desmanejos financieros mantenía deuda con municipios, proveedores e inclusive con el personal. Hoy se ha logrado regularizar el pago de sueldos y obligaciones, se recuperó el funcionamiento de los servicios y se retomó la ejecución del plan de obras.
Al respecto, la ministra de Hacienda y Finanzas, Paula Allasino, expresó: “Esto fue posible gracias al orden administrativo que comenzó a gestarse a partir de diciembre de 2015, donde la Provincia se puso al día con el pago a proveedores, municipios y empleados públicos. Desde ese entonces a la fecha, y proyectándonos a diciembre de 2019, podemos sostener que cumpliremos con todos los compromisos asumidos, tanto por esta gestión como así también con la deuda contraída por gobiernos anteriores”.
Su historia
El Bono Aconcagua fue emitido en 1997 por USD 250 millones durante el gobierno de Arturo Lafalla (PJ), en el marco del proceso de privatizaciones impulsado por el gobierno de Carlos Menem. El objetivo fue capitalizar a los bancos oficiales de Mendoza y de Previsión Social, los cuales finalmente fueron adjudicados a una sociedad encabezada por Raúl Moneta. Se formó así el Banco Mendoza, que quebró dos años después.
El Aconcagua se emitió originalmente a una tasa de interés del 10% anual en dólares y su vencimiento operaba en 2007. La crisis del 2001 generó la necesidad de reestructurar la deuda remplazándola por un nuevo Bono. En aquel momento, un equipo conformado por Alejandro Gallego y Lisandro Nieri estuvo a cargo del proceso de canje de Bonos culminado en 2004, y se logró obtener una considerable ampliación del plazo de vencimiento (de 2007 a 2018) y una drástica reducción en la tasa de interés pagada (de 10% a 5,5%). De esta manera, se mantuvo la reputación de la provincia en materia de cumplimiento de pagos, situación que permitió hasta la actualidad conseguir financiamiento en mejores condiciones.
Dicha reputación se vio amenazada durante 2014, cuando el Gobernador Francisco Pérez (PJ) puso en duda los pagos de este nuevo bono, los cuales finalmente, y por presiones de la oposición, se realizaron sin ningún tipo de contratiempos.
Deuda heredada
Recientemente Mendoza viene de pagar los Bonos de Consolidación de Deudas 2015, los cuales tuvieron que ser emitidos para afrontar la deuda flotante y la deuda no registrada generada en la gestión de Pérez. Al cierre de 2015, el saldo de deuda flotante ascendía a $6.440 millones. Gran parte correspondía a proveedores de bienes, prestadores de servicios y contratistas de obras, debido a la consistente dilación en los procesos de pago por falta de recursos y exceso de gastos.
A su vez, el jueves 30 de agosto se cancelaron también deudas y créditos recíprocos con la Nación que permitieron reducir el stock de deuda en más de ARS 3.200 millones y mejorar todos los ratios financieros relevantes. Esta cancelación le significó a Mendoza un ahorro de ARS 494 millones para 2018 y ARS 868 millones para 2019.
Si bien estos vaivenes económicos pueden modificar las proyecciones presupuestarias, no así el plan de gobierno trazado desde un principio: “Nosotros el orden administrativo lo hicimos apenas asumimos. Los mendocinos no deben asustarse. Tenemos un presupuesto con superávit corriente y vamos a terminar así el 2018. Y para el 2019 esperamos seguir en esta senda de crecimiento. Hay que decir que los recursos están asegurados para satisfacer la demanda de los mendocinos”, aseguró la ministra Allasino.