Hay más de 100.000 mendocinos viviendo en situación de hacinamiento

Hay más de 100.000 mendocinos viviendo en situación de hacinamiento

En la provincia hay más de 104 mil personas que viven en esta condición. Los especialistas señalaron que es un dato que se venía consolidando.

En Mendoza hay más de 100 mil personas que viven en situación de hacinamiento, según la última actualización del Sistema Integrado de Estadísticas Sociales del INDEC. Los datos corresponden a 2021 e indican que hay 16 mil personas más en esta situación que en 2019. De esta manera, la provincia pasó del decimosexto lugar en el ranking nacional al séptimo puesto, incluso creció muy por encima de la media nacional.

Se considera que una vivienda se encuentra en situación de hacinamiento cuando viven más de 2 personas por habitación. En Mendoza, según el informe publicado del SIES, el porcentaje de hogares hacinados creció del 2.3% hasta el 3%, mientras que el número de personas en situación de hacinamiento pasó desde 4.5% hasta el 5.2%.

Teniendo en cuenta los datos de cantidad de habitantes que maneja el INDEC, estos porcentajes representan que, en 2019, 88.649 personas vivían en situación de hacinamiento contra las 104.538 que se registraron en 2021.

Por otra parte, la media nacional marca una leve mejora en cuanto a estos datos, ya que los hogares que viven con este contexto pasaron del 2.5% al 2.4%.

Dentro de Cuyo, el desempeño de la provincia también fue mediocre. Si bien en la región el hacinamiento creció del 2.3% al 2.7%, en gran parte fue empujado por el magro desempeño de Mendoza y San Luis, puesto que San Juan mostró una significativa mejora, pasando del 7.6% al 4.5%.

Una dato que confirma una tendencia

Lucila Castro es trabajadora social, docente de la Universidad Nacional de Cuyo, y fue trabajadora del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) desde 1999 hasta el 2022.

“Es un dato que se venía consolidando desde hace unos años, tanto en la falta de nuevos cuartos, como en la cantidad de familias que viven en un hogar“, señaló Castro.

La tendencia marca que cada vez m{as existen los grupos familiares que conviven en un mismo hogar. Es decir, hijos que en vez de irse de las casas de sus padres, forman otro grupo familiar y se quedan en sus hogares.

“Esto significa que el hacinamiento se debe principalmente a la falta de nuevas casas, no a la falta de cuartos en las viviendas existentes”, explicó Castro.

Déficit cualitativo

La presidenta del IPV, Marta Ontanilla, aseguró que la problemática más urgente a solucionar son las viviendas en situación de hacinamiento. “Desde el Instituto no vemos tan marcado este déficit, pero sí entendemos que es una necesidad grande de muchas familias. Es cierto que no existe una política de Estado con respecto a la ampliación de hogares, y siempre se apunta a la construcción de nuevas viviendas”, explicó Ontanilla.

Desde el Instituto señalaron también que al ser datos censales, los resultados del censo realizado en el 2022 aún no están disponibles, y los estudios propios recién estarán disponible a fines de este año.

En este sentido, remarcó que el año pasado el IPV lanzó un proyecto llamado “Mejora mi Casa“, con el cual ya entregaron 380 mejoras habitacionales.

“Este programa se lanzó en el 2022 y se adaptan a las necesidades familiares, ya que se pueden construir baños, dormitorios o inclusive un salón con un dormitorio. Para acceder a esto se debe percibir hasta dos salarios mínimos y ser propietarios o poseedores de boleto de compraventa del lugar”, señaló Ontanilla.

Posibles causas

Esta problemática es afectada por múltiples factores, que van desde los costos de la construcción y los costos de los alquileres, sumado a la falta de inversión para nuevas viviendas.

“Porcentualmente, se destina la misma cantidad del presupuesto desde hace varios años, pero el crecimiento demográfico ha sido muy superior, por este motivo las construcciones de nuevos hogares nunca van a alcanzar a cubrir la demanda“, explicó Castro.

Los costos de construcción y el valor de los lotes, sumado a la constante caída del poder adquisitivo, también ocupan un rol fundamental para agudizar esta problemática.

“El valor de los lotes y de los materiales de construcción también son un factor determinante a la hora de la escasez de nuevas viviendas. Los precios de los lotes son extremadamente altos. Hoy valen prácticamente lo mismo que la construcción en sí”, agregó la trabajadora social.

Finalmente, es el costo de los alquileres que hace prácticamente imposible que los nuevos grupos familiares aspiren a abandonar el hogar paterno o materno.

Los valores de las rentas, que están regulados por ley desde 2020, deben actualizarse una vez por año, reflejando en parte la inflación: aumentaron un 81,4% en enero de este año.

“Es imposible pensar que una familia tenga que muchas veces destinar cerca de la mitad de los ingresos en un alquiler, a pesar de que los contratos informales existen y aumentan en menor medida, muchas familias jóvenes prefieren no abandonar la casa de sus padres”, señaló Castro.

Déficit habitacional

El número de cuál es el déficit habitacional real en la provincia no queda del todo claro, ya que en su mayoría son estimaciones y dependiendo los criterios que se utilicen para segmentar, será el dato obtenido.

“Déficit habitacional se considera tanto las viviendas que falta construir, como las casas ya construidas que requieren ampliaciones o acceso a servicios básicos”, indicó Castro.

Según distintas estimaciones, los números van desde las 60.000 soluciones habitacionales, las más optimistas, hasta las 200.000, las más negativas.

“Los datos que conocemos dicen que el número más cercano a la realidad es de entre 100.000 y 120.000 soluciones habitacionales, de las cuales, el 60% son casas por construir, mientras que el 40% restante necesita ampliaciones y servicios”, sentenció la trabajadora.

Fuente: Elsol