Hidráulica culminó los trabajos de protección del Cauce Los Pejes

Hidráulica culminó los trabajos de protección del Cauce Los Pejes

Se trata de un cauce aluvional en Punta de Agua, San Rafael, que puede afectar la Ruta 190, sobre todo durante el período de alerta de tormentas intensas. Los trabajos llevaron seis semanas e incluyeron profundización, elevación y compactación de terraplenes.

La Dirección de Hidráulica del Ministerio de Energía y Ambiente culminó las tareas de protección de márgenes y canalización del cauce Los Pejes, en San Rafael. El trabajo demandó seis semanas y culminó con 15.000 metros cúbicos extraídos de material de desembanque.

Estas intervenciones en época invernal para prevenir las crecidas en el período de lluvias y deshielos del verano se realizan de forma permanente en toda la provincia, a fin de optimizar los cauces ya existentes sin alterar su curso y proteger a la población y su infraestructura.

“El objetivo es mitigar el impacto de los desbordes del cauce aluvional del río seco Los Pejes, sobre la Ruta Provincial 190, en Punta de Agua, protegiendo su estructura”, señaló Pablo Rodríguez, director de Hidráulica.

Los desbordes en esta y otras zonas son recurrentes, por lo que el Ministerio de Energía y Ambiente destina recursos para prevenir y garantizar que no haya crecidas inesperadas ni desvíos de cauces.

Para llevar a cabo los trabajos de profundización y elevación de terraplenes, se utilizaron una excavadora sobre orugas, una pala cargadora y tres operarios.

El plazo de ejecución de los trabajos fue de 6 semanas, con un movimiento estimado de 15.000 metros cúbicos, que se reutilizaron para las elevaciones de los márgenes.

“Realizamos obras aguas arriba, respetando el camino histórico de los ríos y cauces, para evitar los desbordes, crecidas y desvíos”, explicó Rodríguez. “El material de desembanque se aprovecha para hacer terraplenes que canalizan el agua, agregó.

La Dirección de Hidráulica realiza estas tareas de forma permanente durante todo el año, aunque el invierno es la época en la que se encaran trabajos sobre cauces secos por los que bajan las lluvias del verano. De esta forma, se protege a la gente de los peligros de las crecidas y las infraestructuras, ya que Mendoza es una zona montañosa que en verano necesita tener sus cauces en óptimas condiciones.