La situación fue explicada ampliamente por Marcelo Sosa, corredor público inmobiliario, en una entrevista con Radio Nihuil en la que hizo mucho hincapié en que no es real que hay casa ociosas en Mendoza: «Lo que no hay es casas para alquilar. Cuando salió la nueva Ley de Alquileres muchos locadores esperaron que se terminara la vigencia del DNU de congelamiento de precios o que se vencieran los contratos para no volver a alquilar y pensar en otro tipo de negocio».

El empresario amplió que «los propietarios comenzaron a tener muchas dudas y temores con la nueva ley de modo que prefirieron poner sus inmuebles a la venta. Me preguntan continuamente si hay propiedades ociosas, y no hay. Lo que hay son propiedades que estaban en alquiler que pasaron directamente a estar a la venta».

Valores atrasados

No es fácil encontrar un cartel

No es fácil encontrar un cartel «se alquila» en Mendoza.

Sosa se refirió a los motivos de la crisis: «En pandemia se congelaron los precios y después el congelamiento se prorrogó con los DNU. Los valores quedaron muy atrasados y después los propietarios no podían poner los precios reales de mercado a lo que se agrega que tenían miedo de que sucediera lo mismo otra vez (congelamiento de precios) y que se quedaran cobrando una renta muy baja».

Consultado sobre si en el mercado hay compradores de casas, el corredor inmobiliario respondió: «Sí, hay gente que compra casas y departamentos, no mucha, pero hay. Todo depende de la necesidad del vendedor. Por eso es que hay tantas variaciones en los precios. Algún cliente me dice: ‘Tengo miedo de que ya no pueda alquilar y quiero vender. No puedo tener la casa ociosa. Entonces le bajo el precio, la vendo y me voy a hacer otra inversión’. De esos hay cientos de casos».

El rendimiento mensual que debería tener una propiedad para un dueño usualmente es del 0,5% del valor del inmueble. «Sin embargo -advirtió Carlos Sosa- hoy estamos en el 0,2% o 0,25%».

Para entender mejor esta ecuación, el entrevistado agregó que «una casa estándar de barrio está entre $50.000 y $60.000. Es muchísima plata para el inquilino. Tiene que juntar dos sueldos por lo menos. Lo normal es que un alquiler se lleve no más del 30% del salario, pero hoy está superando entre el 40% y el 50%».

Lo que destacó Sosa es que «el locatario mendocino tiene muy buena conducta por lo que no tenemos casi morosidad. Y cuando se va a ir lo hace con tiempo. Hoy vemos que buscan irse a lo de los padres, la tía, un hermano, hacerse una casita en la parte de atrás de los abuelos… Somos conscientes de lo difícil que es sostener un alquiler».

Un ejemplo: pusimos en alquiler un departamento de 3 dormitorios y 2 baños a $50.000 por mes. Se presentaron 20 personas y 6 o 7 con carpetas en mano y con la intención de dejar una seña. Eso indica lo que pasa en el mercado. No puede ser que un departamento valga lo que que vale. Encima se necesita presentar un bono de sueldo de tres veces el valor del alquiler, o sea $150.000. Por eso: no hay inmuebles ociosos. Repito: lo que no hay es para alquilar y los que se alquilan cuestan muchísimo

Carlos Sosa consideró que «si el Estado sigue poniendo la mano en los alquileres, los propietarios continuarán con dudas y temores y dejarán de alquilar para buscar otro negocio. Prefieren, en vez de alquilar, que se vaya a vivir un hijo o un familiar y no que el Gobierno le maneje el precio».

Otra opción es la del alquiler temporario: «Muchos departamentos se fueron al alquiler temporario, sobre todo para turismo. Tiene sus complicaciones porque hay que equiparlos y no se sabe bien quién lo va a usar y cómo lo va a dejar. Pero es otra alternativa», señaló.

Finalmente el agente inmobiliario concluyó: «Con la nueva Ley de Alquileres tenemos el 54% de aumento en abril y no es el mismo incremento. Es gravísimo lo que pasa».

Fuente: Diario Uno