La tecnología aprendió estos trucos de la naturaleza para mejorar los teléfonos
Para construir el smartphone del futuro, la industria tecnológica apela a una versión del juego de la mímica: la biomímica, o la imitación de algunos recursos de la naturaleza. «Una síntesis hábil de ingeniería y entomología», llamó Wired a los experimentos que involucran la fisiología del escarabajo, los grillos y las mariposas o la estructura de las plantas en la búsqueda de trucos que podrían «hacer que la próxima generación de dispositivos sea más inteligente, más liviana y más sustentable«.
Cámara de gran ángulo
Los seres humanos captan las imágenes por medio de las dos lentes de los ojos, y una cámara tiene una sola lente. Inspirados por el complejo ojo de insectos como las moscas, los escarabajos y las hormigas coloradas, los investigadores de las universidades de Illinois en Urbana-Champaign y de Northwestern desarrollaron una cámara digital hemisférica, que tiene 180 microlentes. Esto le permite un campo de visión de ángulo amplio e imágenes extremadamente definidas.
Se trata de muchos pequeños ojos en un gran ojo, según definió el primer trabajo que los científicos publicaron en Phys. Cada pequeña cámara, compuesta por una microlente y un foto detector, capta una perspectiva diferente, y al componerla se logra una imagen de unos 160 grados, más del doble de lo que ofrece el iPhone X.
Batería de azúcar
Los investigadores del Instituto de Tecnología de Virginia construyeron una biobatería —como la llamaron— para electrónicos portátiles que convierte la glucosa en electricidad, inspirados por el modo en que los insectos almacenan glucógeno para sus necesidades de energía. Sony explora la posibilidad de desarrollar esta batería que conserva 10 veces más energía que la estándar, de iones de litio. No explota y es amable con el medioambiente.
«El azúcar es un componente perfecto para almacenar energía en la naturaleza», dijo Y.H. Percival Zhang, profesor de Ingeniería de los Sistemas Biológicos en Virginia Tech. «Así que era lógico que tratásemos de aprovechar este poder natural en una manera ecológica para producir una batería», lo citó el sitio de la universidad.
Revestimiento a prueba de agua
Una combinación de canales y fibras con una forma similar a la hoja de una batidora hacen que la planta tropical salvinia tenga una textura que le permite flotar, gracias a los bolsillos de aire que quedan atrapados en ella. Con esa idea en mente, los ingenieros de la Universidad Estatal de Ohio crearon un plástico nanoestructurado que repele el agua, el polvo y la suciedad, tal como informó el sitio de la institución.
El resultado es una superficie afelpada a prueba de agua, como la hoja de la salvinia. «Los costados de sus fibras son hidrofóbicos —están encerados, en la naturaleza—, lo que evita que el agua toque las hojas y atrapa el aire en la forma de batidora que tienen», dijo Bharat Bhushan, profesor emértito de ingeniería mecánica en Ohio.
Plástico biodegradable
Inspirado en el ala de mariposa, el Instituto Wyss de la Universidad de Harvard creó un biomaterial a la vez fuerte como el aluminio pero más liviano y muy flexible. Mientras se lo estudia para su potencial en la sutura de heridas, se presenta como una solución en una industria que necesita plástico.
Shrilk es el nombre del bioplástico, que combina las palabras shrimp (camarón) ysilk (seda): se creó al aislar un material duro del exterior y la cola del camarón, chitosan, y ordenarlo en láminas con proteínas de la seda. «Se puede utilizar para fabricar objetos sin el daño ambiental que presentan los plásticos sintéticos convencionales», según el sitio de Wyss.
Pantalla anti-resplandor
Los ojos pequeños y brillantes de las polillas están cubiertos por una película especial que reduce su resplandor durante la noche, cuando el insecto busca su alimento. Los investigadores de la Universidad de la Florida Central desarrollaron una película similar para quitar el brillo indeseado a los dispositivos móviles, según investigación que publicaron en la revista académica Optica. Eso permitiría a la vez reducir el daño a los ojos y el consumo de la batería.
Micrófono direccional
Los grillos y los mosquitos utilizan cabellos delgados para detectar la dirección de las ondas de sonido, de manera tal que puedan ajustar su escucha: se concentran en un sonido que desean y filtran los demás. La startup Soundskrit ha creado un micrófono que se inspira en esa capacidad y permite aislar sonidos específicos. En lugar de cabellos utiliza un hardware que mide la velocidad de las partículas de las ondas de sonido que le llegan y puede aumentar o reducir el foco de concentración en determinados sonidos.
Fuente: Infobae