La triste historia de quien hoy es buscado intensamente
Jon, o Aksenen Franco, el chico que hoy es buscado intensamente por la policía, luego de golpear a los guardias y escapar como en las películas, por los techos del hospital, tiene en su espalda una mochila pesada y el estado, como en todos estos casos, brilló por su ausencia.
Cuando sus travesuras de adolescente, ya mostraban la delgada línea que separaba sus actos, del límite marcado por los lineamientos sociales, a nadie le importaba su situación, en su paso por el I.R.I.S., algunos de sus maestros eran de los pocos en la sociedad, que le mostraban lo que es el cariño, y las reglas de conducta mediante el amor.
Estos pocos maestros especiales, junto a la soledad de su madre, fueron los únicos en tratar de volcar la vida de Jon para el lado del bien, por supuesto demasiado poco, cuando las malas amistades, el alcohol y sobre todo la droga, juegan en el otro equipo.
Perseguido por rumores de ditintos hechos delictivos de resonancia, no comprobados, hoy cumplía una condena de tres años, a la cual solo le restaban seis meses, por robo y violencia de género.
Si, solo seis meses para volver a la sociedad, que en definitiva es el lugar en el que debe insertarse, sin embargo prefirió volar por los techos y sumar complicaciones a su ya complicada situación de vida, en la cual, ni la familia ni el estado, pudieron ayudar y es una rueda que gira y nunca acaba, y se repite hasta el cansancio en cada uno de los delincuentes que la marginalidad y el desamor generan en nuestra sociedad.
Cuando matar o morir, da lo mismo, algo anda mal, muy mal y nuestra sociedad sigue generando delincuentes y el estado los perfecciona, con su inacción en la rehabilitación social, en cada una de nuestras cárceles.