Los astronautas no pisarán la luna hasta mediados de 2027
En rueda de prensa, el director de la agencia, Bill Nelson, ha anunciado que Artemisa 2, la misión que orbitará la Luna y que estaba prevista para septiembre de 2025, se retrasa a abril de 2016, mientras que Artemisa 3 no podrá lanzarse antes de mediados de 2027. «La seguridad de los astronautas es lo primero», ha asegurado.
El regreso de humanos a la Luna tendrá que seguir esperando. Como temían muchos expertos del sector espacial, la NASA no lanzará en septiembre de 2025 su misión tripulada Artemisa 2 para orbitar la Luna, ni en 2026 Artemisa 3 -la que descenderá a la superficie lunar por primera vez desde que en 1972 concluyó el programa Apolo-. Según ha anunciado este jueves el director de la agencia espacial de EEUU y otros directivos, Artemisa 2 se pospone a abril de 2026 y Artemisa 3, a mediados de 2027.
«La seguridad de los astronautas siempre es lo primero, no volaremos hasta que sea lo más seguro posible para ellos», ha asegurado Bill Nelson, director de la NASA.
La tripulación de Artemisa II estará compuesta por cuatro astronautas: los estadounidenses Reid Wiseman (que ha participado en la rueda de prensa), Christina Koch y Victor Glover, y el canadiense Jeremy Hansen. Su misión consistirá en un viaje de unos 10 días a bordo de la nave Orión, que orbitará nuestro satélite sin llegar a alunizar. «Victor, Christina, Jeremy y yo hemos estado siguiendo cada aspecto relativo a la decisión», ha señalado el comandante de la misión, Reid Wiseman, que ha admitido que «los retrasos son angustiosos».
La razón principal que ha motivado el aplazamiento de Artemisa 2 ha sido el tiempo que se ha tardado en comprender las causas de los problemas detectados en el escudo térmico de la nave Orión durante la misión de prueba no tripulada Artemisa 1, que se llevó a cabo a finales de 2022. Aunque el lanzamiento a bordo del cohete Space Launch System (SLS) y el regreso a la Tierra de la nave transcurrieron sin grandes incidentes, el escudo térmico sufrió unos daños y una pérdida inesperada de material durante la fase de reentrada a la Tierra. Un asunto que ha sido objeto de una exhaustiva investigación que ha incluido un centenar de pruebas, tal y como han señalado los responsables de la NASA.
La reentrada en la atmósfera es una fase crítica en cualquier misión, pues además de soportar temperaturas infernales de más de 2.700 grados, la nave debe reducir su velocidad en pocos minutos, pasando de los 42.300 a los 520 kilómetros por hora antes de que se desplieguen los paracaídas que le permiten amerizar en el Océano Pacífico.
Según ha explicado Pam Melroy, directora adjunta de la NASA, el material carbonizado del escudo térmico de Orión se desgastó de manera diferente a lo que esperaban los ingenieros. La conclusión de la investigación es que el escudo no permitió que escaparan suficientes gases generados en un material llamado Avcoat, lo que provocó que una parte se agrietara y se rompiera. Aunque no había personas durante el vuelo de prueba, la NASA asegura que los datos muestran que la temperatura dentro de la nave hubiera sido segura si la tripulación hubiera estado a bordo.
Hace poco que los ingenieros han identificado la causa y pese a que ya han elaborado un plan -Nelson explicó que usarían la cápsula Orión con su escudo térmico original, pero que harían cambios en la ruta de reentrada-, se ha decidido retrasar ocho meses Artemisa 2.
«Hemos logrado avances significativos durante los últimos cuatro años y estoy orgulloso del trabajo que han realizado… Necesitamos hacer bien este próximo vuelo de prueba», ha señalado Nelson, que ha definido el programa Artemisa como «el proyecto internacional más audaz y con más desafíos técnicos que la humanidad se haya propuesto realizar».
La NASA, en la era Trump
El mandato en la NASA de Bill Nelson, de 82 años, está a punto de terminar. Y aunque Donald Trump no jurará su cargo como presidente de EEUU hasta el 20 de enero, su influencia y la de Elon Musk ya se percibe en muchos ámbitos, incluyendo el espacio. El miércoles, Trump eligió como candidato para dirigir la NASA al multimillonario Jared Isaacman, fundador de la empresa de procesamiento de pagos Shift4 Payments y primer astronauta privado en dar una caminata espacial. Lo logró el pasado septiembre, durante la misión Polaris Dawn realizada con SpaceX, la empresa de su amigo Elon Musk. También la ingeniera Sarah Gillis se asomó al espacio durante esta misión en la que probaron a bordo de la nave Dragon los trajes espaciales diseñados por SpaceX para futuras expediciones a la Luna.
En 2021, Isaacman hizo su primer viaje espacial, también privado y en una nave de SpaceX, a bordo de Inspiration4, la primera misión orbital en la que sólo viajaron civiles.
La nominación de Jared Isaacman, de 41 años, debe ser aprobada por el Senado de EEUU. Debido a su vinculación con SpaceX, una empresa que ha recibido numerosos e importantes contratos de la NASA, incluyendo el del módulo del que descenderán los astronautas que pisen la Luna en la misión Artemisa 3, podría plantearse un conflicto de intereses si ahora va a ser el máximo responsable de la NASA. Su perfil tampoco es el habitual entre los directores que la agencia ha tenido hasta ahora. Aunque es un experimentado aviador y ha ido al espacio en dos ocasiones, Isaacman era hasta hace poco tiempo prácticamente un aficionado al espacio.
Durante su anterior legislatura, Donald Trump hizo también un controvertido nombramiento al elegir como director de la NASA a Jim Bridenstine, un negacionista del cambio climático con escasa experiencia como gestor y sin vinculación con el sector espacial.
Fuente: Elmundo.es