Néstor Otero, el empresario que le «regaló» un hotel y una casa a Jaime, quedó al borde de la detención
El dueño de la Terminal de Ómnibus de Retiro está involucrado en el caso de los cuadernos
El juez Claudio Bonadio rechazó el viernes por la tarde el pedido de exención de prisión presentado por el empresario Néstor Otero, quien es uno de los tantos indagados en la causa que se inició a partir de la copia de los cuadernos en los que el chofer Oscar Centeno anotó detalles del sistema de delivery de coimas en el Ministerio de Planificación durante el kirchnerismo. El empresario quedó al borde de la detención.
Otero se había negado a declarar, presentó un escrito y no reconoció haber entregado bolsos con billetes a Roberto Baratta, número dos del ministerio de Planificación que encabezó Julio De Vido durante 12 años. Otero aparece en varias ocasiones en los cuadernos que escribió Centeno: una vez entregando un bolso calculado en USD 250.000 y en otra regalando vinos y champagne a Baratta, por ejemplo.
Cuando se presentó a declarar, en su escrito dijo que el día de la entrega de bolsos con dinero estaba de viaje en Paraguay. Además explicó que para entonces-junio de 2015- el área de Transporte del gobierno kirchnerista no estaba a cargo de Planificación, sino que había pasado a la cartera de Interior que manejó Florencio Randazzo.
Otero fue un coimeador oficial de Ricardo Jaime. Eso quedó probado en un juicio en el que el ex secretario de Transporte admitió ser coimero. Jaime-preso en la cárcel de Ezeiza- confesó en un juicio haber sido coimeado por Otero. El dueño de la concesión de Retiro le pagaba el alquiler del departamento donde vivía Jaime. Es decir que el funcionario que debía controlar al empresario vivía en un departamento que le pagaba el hombre de negocios. Corrupción pura y dura.
Otero tardó apenas 37 días en comenzar a coimear a Jaime. El funcionario asumió el 28 de mayo de 2003 y el empresario pagó por primera vez el alquiler de su departamento el 4 de julio de aquel año. Es decir que desde el mismo inicio del gobierno se estableció un sistema de coimas-de formas diversas- en el área de Trasporte. No se comprobó judicialmente la entrega de dinero en efectivo, pero los investigadores no lo descartan.
Otero fue muy generoso con Jaime. Le regaló-entre las cosas que se pudieron comprobar en los tribunales- un hotel llamado Saint Tropez en la ciudad cordobesa de Carlos Paz. El hotelero, como se ha dicho infinidad de veces, es un gran negocio si se tiene que lavar dinero proveniente de coimas, por ejemplo.
También le regaló una camioneta Kia que Jaime usó para una campaña electoral en Córdoba, donde ejercía como jefe del Frente para la Victoria.
Pero la coima/regalo más contundente fue una casa en un barrio cerrado de la zona norte del Conurbano. El cuñado de Otero compró una casa en el barrio Camino Real de San Isidro. Esa casa fue puesta a nombre de María Filomena Pfaffen, madre de Silvia Reyss quien en la época de la recaudación desenfrenada era la pareja de Jaime.
La señora Pfaffen vivía en Río Gallegos, Santa Cruz, y la casa de fin de semana le quedaba un tanto lejos. Esa casa era la que usaba Jaime los fines de semana en los que no viajaba a Córdoba. Así lo atestiguaron los choferes de Transporte que llevaban al ex funcionario hasta Camino Real.
Pero también se probó que la casa era de Jaime cuando se produjo un allanamiento pedido por el fiscal Carlos Rívolo que investigó por enriquecimiento ilícito al ex secretario de Transporte. Había allí un gimnasio que encajaba más con el perfil de deportista que tenía Jaime que con el de su suegra de, por entonces más de 75 años. Se hallaron facturas de agua y gas a nombre de Reyss y regalos dedicados al «compañero Ricardo Jaime». La casa era de un funcionario público que debía controlar al empresario que la mandó a comprar.
Aquella compra se realizó en abril del año 2006. En mayo de aquel año Jaime cumplió con Otero. Por el lado del Estado Jaime y por el lado de la empresa Otero firmaron un acuerdo para la extensión del contrato de la Terminal de Ómnibus de Retiro hasta el año 2015. Las condiciones en que Otero se quedó con el negocio fueron peores para el Estado. El decreto 1962 que firmaron el 28 de diciembre de 2006 –Día de los Santos Inocentes- Néstor Kirchner, De Vido y Alberto Fernández le extendió a la empresa de Otero la concesión de la Terminal de Retiro hasta 2015. La casa en Camino Real fue el pago por aquel decreto.
Otero era un habitual contribuidor al sistema de recaudación de Jaime. No suena extraño que para la campaña de 2015 haya hecho una entrega extraordinaria de dinero, tal como anotó Centeno.
La información sobre las coimas de Otero a Jaime fueron reveladas en los medios en 2010 y el empresario fue procesado por el delito de dádivas. Incluso llegó a juicio en 2015-después de una interminable lista de chicanas para que prescribiera el caso- y entonces recibió una probation. Jaime confesó y pactó una condena y el empresario hizo trabajos comunitario.
Mientras todo esto se conocía, Otero-que aún está a cargo de Retiro y se presentó a la licitación para continuar con la operación económica de la Terminal- no dejó de hacer negocios. En 2014 el gobierno de la Ciudad, a cargo de Mauricio Macri, le otorgó la posibilidad de construir la Terminal de Ómnibus del Sur, en Villa Soldati. Una excelente idea desde el punto de vista de la descentralización, para descongestionar Retiro y para facilitarles a los vecinos de los barrios del Sur de la Ciudad, accesibilidad a los micros de larga distancia.
Ese negocio, que aún no funciona, fue entregado por el macrismo-con el voto del PRO y de casi todo el FPV de la Legislatura- a Otero cuando su perfil de coimeador era público y notorio. Tal vez no se enteraron o tal vez no les interesó.
Fuente: Infobae