Perpetua para Astiz, el «Tigre» Acosta y otros 27 represores
Además, 19 acusados recibieron condenas de 8 a 25 años y 6 fueron absueltos en el marco del del juicio que investigó los crímenes de lesa humanidad cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada durante la última dictadura militar.
El Tribunal Oral Federal 5 (TOF5) dictó este miércoles penas de prisión perpetua para 29 represores por crímenes de lesa humanidad cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), entre ellos los exoficiales Jorge «El Tigre» Acosta y Alfredo Astiz, y dos de los pilotos de los llamados «vuelos de la muerte», en tanto que absolvió al exministro de Hacienda de la dictadura Juan Aleman.
El fallo ratificó las máximas responsabilidades que les cupo a los integrantes del Grupo de Tareas G.3.3.2 comandados por Acosta e impuso penas que van desde los 8 años 25 años de prisión a otros, acusados por la privación ilegítima de la libertad, torturas y tormentos, y homicidios agravados por la aplicación de tormentos de perseguidos políticos.
En tanto, absolvieron al piloto naval Julio Alberto Poch, acusado por los vuelos de la muerte, y condenaron a prisión perpetua el exprefecto Jorge Antonio Azic, apropiador de la nieta recuperada que en la actualidad de desempeña como diputada nacional Victoria Donda.
Por otra parte, el médico Jorge Luis Magnaco, acusado de haber actuado en la maternidad clandestina que funcionó en la ESMA (en la que las prisioneras embarazadas daban a luz), fue condenado a 14 años de prisión por 7 hechos: sin embargo, se le unificó la pena en 24 años de prisión por otras recibidas en juicios anteriores, como el plan sistemático para la apropiación de menores.
Del total de acusados, seis fueron absueltos y varios de ellos, entre los que se contaba Poch, se retiraron en libertad del tribunal: los demás 19 acusados recibieron penas que van de 8 a 25 años de prisión.
Entre quienes recibieron el máximo de la pena, además de Acosta, Azic y Astiz, se encuentran Randolfo Agusti Scacchi, Ricardo Miguel Cavallo, Rodolfo Cionchi, Alejandro Domingo D Agostino, Hugo Enrique Damario, Francisco Di Paola, Adolfo Miguel Donda, Miguel Angel García Velasco, Pablo Eduardo García Velasco, Alberto E. Gonza1ez, Orlando Gonzalez, Rogelio José Martínez Pizarro, Luis Ambrosio Navarro, Antonio Pernías, Claudio Orlando Pittana, Francisco Lucio Rioja, Juan Carlos Rolón, Omar Savio, Hugo Sifredi, Carlos Guillermo Suarez Mason, Gonzalo Torres de Tolosa, Eugenio Vilardo y Ernesto F. Weber.
Los pilotos navales Mario Daniel Arrú y Alejandro Domingo D’Agostino fueron condenados a prisión perpetua al comprobarse su participación en los vuelos de la muerte: esa fue la metodología aplicada sistemáticamente para deshacerse de los prisioneros en la ESMA, en su gran mayoría militantes de la izquierda peronista, en particular de la organización subversiva Montoneros, movimientos villeros y religiosos.
Entre ellos están la estudiante sueca Dagmar Hagelin, los sacerdotes Orlando Yorio y Francisco Jalics, los diez que se conoce como «el grupo de la Santa Cruz», que incluye a las primeras Madres de Plaza de Mayo y las monjas francesas.
La lectura del veredicto en el juicio ESMA III comenzó luego de incidentesprotagonizados por el represor Astiz y familiares de los acusados, que cantaron a viva voz el Himno Nacional en la sala de audiencias.
El presidente del Tribunal Obligado, a quien acompañaban Palliotti y Leopoldo Bruglia estuvo a punto de desalojar la sala en dos oportunidades, en la primera durante los incidentes y la segunda cuando ingresaron los reporteros y camarógrafos.
Vidrio blindado mediante, los familiares de las víctimas, sobrevivientes y militantes de organismos de Derechos Humanos mostraban fotos de personas desaparecidas en la ESMA. La parte superior la Sala AMIA de los tribunales Federales de Comodoro Py fue destinada a la prensa y a los familiares de los acusados, que concurrieron en forma masiva, encabezados por la activista Cecilia Pando.
En el alegato para demostrar la existencia de los «vuelos de la muerte», los fiscales Mercedes Soiza Reilly y Guillermo Freile reconstruyeron la existencia de un Comando de Operaciones Navales (COOP) a quienes las 11 Fuerzas de Tareas de todos el país requerían los aviones Skyvan, Eelectra, DC3 y helicopteros, desde los cuales los prisioneros eran arrojados adormecidos con el llamado «Pentonaval» al mar o al Río de Plata.
Fuente: Perfíl.com