River es Mundial
Le ganó a Libertad de Paraguay y clasificó a los octavos de final de la Copa Libertadores y al Mundial de Clubes del año próximo. Otra vez Miguel Borja, la gran figura.
Primero, lo positivo.
1) Borja absolutamente angelado, goleador CONMEBOL, killer, finalizador, cuarenta goles en cuarenta y cinco titularidades, no hace falta decir más, el mejor extranjero del fútbol argentino.
2) Los laterales. Acierto del técnico sostener a Sant`Anna y Casco, luego de darles la chance el sábado pasado por el torneo local. Lo hicieron bien aquel día, lo hicieron mejor hoy. Con cosas a pulir, seguro. Pero a la virtud que ambos tienen en fase de ataque, le podemos agregar hoy un buen retroceso y una actuación más que acorde en las asociaciones con los volantes; el uruguayo, además, con precisión en los centros.
3) Paulo Dìaz no se baja nunca del podio de los mejores.
4) La actitud propositiva del equipo, ir a buscar la victoria, el resultado, una insistencia que lo predispone a ganar los partidos sin necesidad muchas veces de construir la victoria; parece un defecto, pero es virtud.
5) La gente, siempre la gente, aliento atronador los 90 minutos, River y su gente, en la Copa, otra victoria más en un Monumental que, desde que está remodelado, no ha cedido puntos.
6) Colidio no marcó, pero sigue mandando buenos mensajes de crecimiento futbolístico. 7) Para complementar el punto 4), el pragmatismo al poder.
Un dogma que puede ser contraproducente, pero que, cuando funciona, es decir, cuando River no se complica y no se marea mucho tácticamente, le funciona. Claro, muchas veces depende del rigor y la capacidad del rival, pero en general, cuando es y se sabe superior, lo trata de demostrar sin mayores cabildeos.
Muy poquito hoy, pero va lo negativo.
1) El Diablito Echeverri no tiene su lugar claro en la cancha. River juega con cuatro en el medio, pero no en rombo, con lo cual, maneja libertades de volante ofensivo pero no siendo enganche. Ello implica que pueda ir en búsqueda de sociedades con puntas, laterales, medios. Pero no lo está haciendo. Se evapora en algunos intentos y le cuesta imponer físico. Justo cuando en un momento del partido estaba logrando conectar, atención a sus encuentros con Casco, hablan el mismo idioma, digo, justo cuando crecía su juego, el técnico lo sacó. Pero no había sido una gran noche suya, lejana a aquel segundo tiempo revulsivo que tuvo ante Táchira en Venezuela.
2) Poco de Villagra todavía. En la contención, gana y pierde, muchas veces queda partido entre el salir y el esperar. Curioso, porque es un tiempista y pareciera dudar cuándo salir al cruce. Pero ese Villagra de Talleres que conocíamos, que rompía líneas con cambio de ritmo, verticalísimo, con el arco rival entre los ojos, ese Villagra no apareció por ahora. Se lo espera.
3) Incorporamos a Nacho y a Aliendro, para concretamente afirmar que uno de los mayores problemas de River directamente es su mediocampo. No ataca en bloque, no defiende en bloque y no se mueve en bloque. Es un medio ancho, con los jugadores lejanos entre sí, que no triangula. Sin dudas, el aspecto a mejorar.
4) El pragmatismo, pero en clave crítica. No queda claro a qué quiere jugar River específicamente, cuál es su funcionamiento distinguible. Lo que puede ser virtud, sin orden ni señales claras, puede ser defecto.
Un temita respecto al estadio. Dice la cuenta de X, @NumeralRiver: desde 2023, River jugó 33 partidos, ganó 28, empató 3 y perdió 2, metió 72 goles y le marcaron 19. En cada uno de esos partidos, jugó a cancha llena. Una cosa de locos. River tiene muchas chances de terminar como uno de los mejores primeros, la tabla más importante en este momento. Así, podría asegurarse definir siempre de local, en caso de ir pasando las series en esta copa. Y mejor ni digamos cuál es la sede de la final. Todo ello, lejos de confundir, tiene que ser una motivación fuerte, algo que invite a la ilusión. En este sentido, debe ajustar con un buen mercado de pases, creativo, estratégico, un plantel que hoy necesita puntales para enfrentar a los rivales que complejizan.
Párrafo final para lo mejor de la noche. Cómo ilusiona la clasificación al Mundial de Clubes. Un mimo al orgullo millonario esta justa deportiva a disputarse el próximo año en Estados Unidos, con los 32 mejores equipos del mundo. River es el primer clasificado por CONMEBOL, por fuera de los campeones brasileños. Sin dudas, es una responsabilidad que invita a seguir creciendo, no sólo en lo institucional, sino también en lo futbolístico. Ese horizonte, hoy lejano, falta un año, tiene que ser encarado con el mejor proyecto futbolístico posible. River tiene la oportunidad de incrementar su marca mundial aun más y para ello debe hacerlo compitiendo de la mejor manera. Pensemos que va a un Mundial en calidad también de representante del fútbol argentino, que, hoy, además, es el campeón del mundo. Pero ahora hay que disfrutarlo. A los hinchas hoy les explota el orgullo por haber logrado este enorme mérito. Por ello, hay que celebrarlo y honrarlo, mostrándole al mundo la histórica estirpe del famoso River, el famoso River Plate.
Fuente: TyC