Seguros de embarazo y maniquíes sexuales: las delirantes propuestas de un «telo» mendocino
Devoluciones de dinero, baños de chocolate y hasta “sexo por minuto” son parte de una campaña de marketing que volvió a La Luna un albergue popular en Mendoza. Infobae dialogó con el creador de este fenómeno
En 2013, las calles de Guaymallén, departamento de la provincia de Mendoza con casi 300 mil habitantes, encontraron las ofertas jamás pensadas. Aquellas que, por llamativas e inesperadas, lograron transformar un sitio silencioso en lugar despojado de los pudores, aquel que recibió con grandeza a las fantasías para que se conviertan en las protagonistas estelares.
Fue Enrique De Oto, encargado del marketing de La Luna, un albergue transitorio que ganó su fama a través de varios (y delirantes) carteles callejeros en donde ofrecían y ofrecen promociones extravagantes. «El mendocino es conservador. Por eso buscamos romper con esa barrera a través de un marketing bizarro, pero divertido», explicó De Oto.
Seguro de embarazo
Es quizá la más llamativa de todas, aunque no la única. Durante diciembre de 2016, le propusieron a los clientes lo siguiente: si a los 9 meses de haber estado en La Luna nacía un bebé de ese encuentro, La Luna le devolvería el precio que habían abonado por la habitación. «Ya me estuvieron diciendo que son varias las personas que estuvieron acá y esperan a su hijo para septiembre. Se viene un mes lindo», agregó el hombre que promueve el marketing del lugar.
Entre otras propuestas, se destacan «el trío con un maniquí». «Ya que la ley no permite que más de dos personas ingresen en la misma habitación, compré 25 maniquíes, le pusimos un juguete y la pareja puede solicitarlo en la habitación», contó De Oto. La novedad es que luego de devolver el maniquí, la pareja puede quedarse con el juguete.
Los afiches lograron viralizarse rápidamente, y cada propuesta fue ganando conocimiento, algo que le permitió a La Luna, el «telo» más conocido y concurrido, aumentar su clientela. «Duplicamos las prestaciones en menos de un año. La gente sabe con qué se va a encontrar acá, por eso todo el tiempo intentamos renovar las propuestas y volver al lugar más atractivo», dijo De Oto.
Sexo por minuto
Dentro de sus habitaciones temáticas -taller mecánica, consultorio médico o discoteca-, De Oto ideó una variante «para los eyaculadores precoces». La misma consiste en abonar únicamente el tiempo que se utilizó la habitación. «Es decir que, por 17 pesos el minuto, una pareja puede saciar sus ganas en 10 minutos y abonar 170 pesos e irse», explicó De Oto, quien concluyó afirmando que «la mayoría de nuestros clientes son amantes. Los infieles son los que más vienen y es un poco nuestro deber facilitarle las cosas».
La Luna también incorporó «ofertas gastronómicas». De Oto sostuvo que «en invierno fue un éxito, ya que le entregábamos -a la salida- una bandeja con chorizo colorado a cada cliente». Dentro del rubro, «Bañala en chocolate» también significó una gran atracción: «Se le acercan varios pomos de chocolate líquido a la habitación para que pueden jugar con ellos. También tenemos salsas de dulce de leche, frutillas y caramelos».
«Telo para todos» fue una de las últimas: «Si venís en moto, te pagamos la nafta. Si lo hacés en taxi, la bajada de bandera. Pero si llegaste en bicicleta o caminando, te regalamos un desodorante», aseguró De Oto.
Fuente: Infobae