Tiene dos años y no para de crecer: “Mi gato es tan enorme que todos piensan que es un perro”

Tiene dos años y no para de crecer: “Mi gato es tan enorme que todos piensan que es un perro”

Una joven rusa lo adoptó y Kéfir no deja de sorprenderlo: ya pesa 12,5 kilos y sigue creciendo.

Cuando Yulia Minina compró a su gato nunca imaginó el tamaño que alcanzaría. Con 22 meses de edad tiene el mismo peso que un niño de dos años… ¡y puede seguir creciendo!

Claro que es bueno tener una mascota en la casa, y muy a menudo a la gente le encanta la compañía que un amigo felino, sin ocupar demasiado espacio. Pero mientras esta mujer en Rusia adora a su hermoso gatito, él ocupa un poco más de espacio que el gato promedio.

Yulia Minina, que vive en el pequeño pueblo de Stary Oskol, una ciudad minera a 618 kilómetros de Moscú, compró al hermoso gato hace casi dos años cuando era un gatito pequeño. Lo bautizó Kéfir.

Es de raza Maine Coon, que lleva el nombre de la bebida láctea debido a su impresionante pelaje blanco y sedoso, y a menudo se confunde con un perro porque es muy enorme, afirma Yulia.

Pesa 12,5 kg y es probable que se vuelva aún más pesado, ya que los Maine Coon tienden a crecer hasta los tres o cuatro años.

Yulia dijo: «Ni siquiera podía pensar que un bebé normal pudiera llegar a ser tan grande. No solo creció grande en apariencia, también es muy inteligente y siempre se comporta con calma».

«Mira como una persona»

“La mirada es generalmente como la de una persona, y Kéfir tiene una apariencia formidable, pero es un niño muy cariñoso y modesto. “Kéfir no solo creció en tamaño, es un gato muy inteligente y cariñoso y nunca pierde la calma”, dice Yulia que añade que “nunca imaginé que un gato pudiera llegar a ser tan grande”.

El problema es que su mascota tiene la costumbre de subirse a su cama por las noches para dormir con ella. “Cuando era un gatito, no me causó ningún problema, pero ahora es tan grande y pesado que es difícil dormir así”, afirma abrumada.

Yulia , compró al hermoso gato hace casi dos años, cuando era un gatito pequeño.

“Cuando los familiares y amigos vienen a casa, se convierte en el centro de atención. Él lo sabe y se deja acariciar” continúa su dueña.

Sin embargo, “cuando llegan extraños, todos lo confunden con un perro”, dice entre risas. “Kéfir no solo ha crecido en tamaño, es muy inteligente y cariñoso y nunca pierde la calma”

“Kéfir no solo creció en tamaño, es un gato muy inteligente y cariñoso y nunca pierde la calma”, dice Yulia.

Las fotos que Yulia ha subido a su perfil de Instagram cargando con Kéfir muestran lo grande que es en comparación con ella. Tanto es así, que algunas personas han dudado de que el gato tenga realmente ese tamaño, pero su dueña insiste: “No uso Photoshop”.

Fuente: Clarín