Xuxa: «No me gusta que se hable mal de la Argentina»
La estrella brasileña, actual conductora deDancing Brasil, habló con LA NACION sobre el paso del tiempo, el desafío de reinventarse a sí misma y la posibilidad de volver a trabajar en nuestro país.
«En Brasil, algunas personas sienten algo de celos de los fans argentinos. ¡No quiero eso! Cuando hablan mal de la Argentina yo me pongo mal, entonces dicen: ´Xuxa está enojada´. Es que no me gusta que se hable mal de la Argentina. Ustedes me adoran. Y no solo los niños, los grandes también me siguen. Soy parte de toda la familia. Cuando las selecciones de Argentina y Alemania jugaron la final del Mundial de fútbol, hinchaba por Argentina. Amo al país y a su gente», dice Xuxa en diálogo con LA NACION desde la ciudad de Río de Janeiro, donde se graba Dancing Brasil, la versión local de Dancing with the stars, el formato internacional creado por la BBC Worldwide que la cuenta como conductora estelar en el país vecino.
«Recuerdo a los fans argentinos que me seguían con sus vehículos y llevaban el cuerpo afuera de los autos para saludarme. Esa actitud de entrega me impresionaba mucho. ¡Por suerte nadie se accidentó!», rememora. En la década del ´90, cuando su nombre estaba instalado en la cima del star system, el amor del público se manifestaba de manera irracional como suele suceder con las estrellas de popularidad inconmensurable. En ocasión de una visita al Hospital de Niños de La Plata, fue tal la caravana de seguidores que la acompañaron en los 60 kilómetros que separan a la ciudad de Buenos Aires con la capital bonaerense que la autopista colapsó. Eso provocaba en cada una de sus apariciones públicas que no solo se limitaban a sus shows, sino a una intensa tarea solidaria que incluía la recorrida por centros de salud para llevar una palabra de aliento a los niños que miraban su show desde la cama de un hospital.
-El público argentino te siente propia. Eso no sucede con demasiados artistas extranjeros…
-La gente me dice: «Mis hijos crecieron con vos y me gustaría que ahora crezcan mis nietos con tu música, con tus programas». Eso es hermoso. A veces, me han tratado mejor en la Argentina que en el propio Brasil. En mi país me quieren mucho, pero lo de Argentina es único. La gente del norte de Brasil es parecida a ustedes.
-¿Considerás que en tu país deberían quererte más?
-No es eso, acá me aman, pero es distinto. En la Argentina son más apasionados. En Brasil, como me tienen cerca, el amor se manifiesta diferente.
-Para los brasileños estás al alcance de la mano…
-Sí, es eso. Soy una de ellos, entonces el amor es más calmo, cotidiano. Para la gente de Brasil es más fácil verme.
Reinventarse
El nombre de Xuxa es una marca registrada que factura millones en todo el continente. De todos modos, ella es consciente que la dinámica de la televisión y la forma de los niños de acceder al entretenimiento varía década tras décadas a partir de la influencia de la tecnología y las nuevas plataformas de comunicación. Hace algún tiempo que su show no está al aire, pero lejos de vivir en una burbuja, la animadora es consciente que tiene por delante el desafío de reconstruir su carrera para poder acceder al público desde otro lugar. No vive de recuerdos ni al margen de la realidad. No es poca cosa para alguien que amasó una fortuna de millones gracias a una carrera que fue mutando con los años, pero que se identifica claramente con los productos dirigidos a los niños, quizás el público más difícil de seducir y el que modifica rápidamente sus modos de esparcimiento dejando poco margen para los que no logran aggiornarse.
-¿Tenés pensado regresar a la Argentina?
-No lo sé aún. Los más chiquitos no me conocen y no tengo tantas canciones en español armadas para mostrarles. Tengo que generar un disco nuevo. Los chicos que me seguían crecieron y los programas para niños no tienen cabida en la televisión de hoy. Las audiencias han cambiado. Ha ido gente de acá para hacer un análisis y ver qué podría interesar que haga yo allá. Seguramente sería algo como conductora.
-¿Qué señal argentina se ha interesado por traerte?
-Telefe tiene la prioridad. En ese canal, entre otros shows, hicimos «Juntos por un amiguito» y fue fantástico. Ya hubo conversaciones para el año que viene, pero tenemos que ver qué hacer y si realmente tengo público. Hace mucho que no hago nada nuevo.
Paz interior
A los 54 años, Maria da Graça Meneghel luce espléndida. Al éxito arrasador del talent show que conduce, se le suma un gran momento personal. Desde hace cinco años está en pareja con Junno Andrade, un actor brasileño con el que se conoce desde hace 25 años, y con el que siente que la vincula un nexo espiritual que llega del pasado. «Hay una conexión mística», dice la rubia inmaculada. El cuadro familiar se completa con Sasha, su hija de 18 años que heredó su belleza e independencia. Fruto de la breve relación de la actriz con Luciano Szafir, la chica juega al vóley en el Flamengo de Río y se mostró en las revistas con el idéntico aura de su madre al punto tal que se animó a realizar algunas producciones como modelo. Y no le fue nada mal.
-¿Cuál es el secreto para lucir tan joven y natural?
-No es fácil. La edad llega para todo el mundo, incluido para los famosos. El paso del tiempo se nota en la cara, en la piel. A mí no me gusta ponerme botox ni hacerme cirugías.
-¿Y qué hacés para mantenerte tan bien?
-Hago pilates tres veces por semana. No bebo, no fumo y tengo una alimentación muy sana. Y desde hace cinco años estoy en pareja. Todo eso me hace muy bien. Veo gente de mi edad, y mas chica también, que se cuidan demasiado, yo no hago nada de eso, sino todo al revés. Incluso me gusta mimarme con un rico chocolate. ¡Tengo uno delante de mí en este mismo momento! Yo creo que hay cuidarse de adentro y eso se ve reflejado en el afuera.
Vive un momento pleno. Se nota en su hablar sereno. Instalada con seguridad en su deseo. Atrás quedaron los altibajos afectivos, la no correspondencia en el amor. Y hasta pudo exorcizar públicamente, no hace mucho tiempo atrás, la tragedia personal de haber sido víctima de abusos por parte de conocidos cercanos y hasta de algún familiar.Esa marca indeleble la llevó a participar en campañas de concientización sobre un flagelo irradiado y de consecuencias físicas, psíquicas y emocionales.
Su aura trascendió todas las fronteras de América Latina. De norte a sur y de este a oeste, todo un continente la convirtió en una estrella propia. Y es ese vínculo estrecho con la región el que la hace vivir de cerca los problemas de cada uno de los países donde ella juega de local. Los recientes huracanas en Miami, Cuba y Puerto Rico, y los movimientos sísmicos en México han opacado su sonrisa brillante. «Hemos vivido pensando en el presente y eso lo estamos pagando hoy. Todo tiene un precio. No se pensó en la naturaleza y ahora hay que atenerse a las consecuencias. Será peor para nuestros nietos. Tendremos que esperar que alguien haga algo porque se está destruyendo el planeta y eso no tiene vuelta atrás. Los chicos tienen que hacer algo. Con todo lo que ha hecho el hombre en contra del planeta, creo que estamos pagando poco», sostiene.
Lo nuevo
La conducción de Dancing Brasil la tiene entusiasmada. Alerta ante la novedad y el aprendizaje de nuevos códigos televisivos: «Es una experiencia nueva para mí. Nunca hice un programa formateado. Es un gran desafío porque sale en vivo; tengo que leer mucho en el telepronter; me llegan indicaciones al oído; y no me puedo equivocar. Además, tengo que tener mucho cuidado con el tiempo, no excederme. Todo nuevo para mí. En mis programas yo jugaba, aquí está todo mucho más pautado», explica Xuxa sobre el rol de conductora estrella.
Dancing with the Stars es el programa de competencias de baile más importante del mundo, cuyo formato fue adaptado en 53 países. Diez celebridades, acompañadas por bailarines profesionales, escenifican coreografías y son sometidas al juicio del jurado. El show no solo la cuenta como animadora, también se animó a participar en una divertida, e impecable, imitación de Marilyn Monroe, en conmemoración por los 55 años del fallecimiento de la diva de Hollywood. Xuxa no atraviesa sola la experiencia como anfitriona, desde el backstage la acompaña el actor Sergio Marone, famoso por su personaje de Ramsés en la telenovela Moisés y los diez mandamientos«. La cadena Record TV de Brasil celebra poner en pantalla el formato y tener a Xuxa entre sus celebridades. La audiencia hace estallar la pantalla en cada emisión nocturna en la que no solo el atractivo de la competencia despierta el interés del público, sino también la presencia de una versión diferente de Xuxa. Una Xuxa reinventada que inicia una etapa de madurez personal y profesional, sabiendo que los niños de ayer son los adultos que hoy la siguen y mantienen alto su nombre en la industria del entretenimiento latinoamericano.
Fuente: La Nación