Clases presenciales: la DGE define qué escuelas abrirá en noviembre

Clases presenciales: la DGE define qué escuelas abrirá en noviembre

La cartera educativa elabora un mapa de situación epidemiológica de cada escuela para establecer cómo se vuelve y quiénes serán los actores de ese proceso.

La Dirección General de Escuelas (DGE) junto al Ministerio de Salud están confeccionando un mapa de la situación epidemiológica de cada una de las escuelas de la provincia para definir cuáles pueden retomar ámbitos de presencialidad en noviembre, tras más de 200 días de clases virtuales por la pandemia de COVID 19.

El director General de Escuelas, José Thomas, explicó que con los nuevos criterios epidemiológicos -que miden el nivel de riesgo de la actividad por región- se está evaluando qué comunidades educativas están en condiciones de tener “algo de presencialidad”, aunque recalcó que “eso no va a suceder hasta noviembre, porque es una tarea muy compleja”.

Thomas destacó que en lo que queda de octubre terminarán de establecer, quiénes y cómo se dará un apoyo para lo que queda del año y los espacios que se utilizarán para estos encuentros. Para ello es fundamental el cruzamiento de datos sanitarios, con la realidad de cada ciudad y escuela.

Al mismo tiempo, remarcó que el escenario de la curva de contagios también es un elemento que condiciona la próxima fase, en la que algunas provincias están posibilitando el encuentro cara a cara con los alumnos.

“Hoy aquellas escuelas de la ruralidad son las que parece más factible propiciar las clases presenciales por los bajos niveles de circulación del virus y número de casos. Ahora, tampoco podemos obviar que muchos docentes del Gran Mendoza trabajan en estos establecimientos y podrían aumentar los contagios. Por eso se se está estudiando con detenimiento”, agregó el funcionario.

Mientras se realiza el mapa epidemiológico de cada escuela de provincia, también se evalúa el protocolo sanitario con una red de efectores de salud y con los municipios ante una posible propagación de la enfermedad.

«Nos queda un par de semanas por delante para terminar la confección de este mapa y para capacitar al personal docente y de apoyo de las escuelas», agregó el titular de la cartera educativa.

De acuerdo con datos del sistema de Gestión Educativa Mendoza (GEM) son 15.000 los chicos de nivel primario y secundario que presentan trayectorias escolares interrumpidas o débiles durante el aislamiento social y preventivo obligatorio.

“Nuestro objetivo es reforzar contenidos para aquellos chicos que egresan de la primaria y el secundario para que concluyan sus estudios y estén mejor preparados”, agregó Thomas.

Por último, adelantó que el próximo año escolar estará marcado por la virtualidad en el sistema de enseñanza con espacios de presencialidad y «con un claro ejercicio de la enseñanza en la pandemia»,

Reprensar la educación en la pandemia 

La especialista en EducaciónCarina Lion, manifestó que para llegar a los estudiantes que por diferentes razones quedaron fuera del sistema educativo “hay que hacerlo con todas las estrategias posibles” y la evaluación “tiene que ser coherente también con lo que se enseñó”.

La experta de la Universidad Nacional de Buenos Aires -que participa de un ciclo de charlas de la Universidad Nacional de Cuyo- afirmó que el cierre del año y la forma de evaluar “debe tener en cuenta la trayectoria escolar del alumno, de cómo lo transitó cada institución y cada familia porque los padres jugaron un rol central”.

La investigadora del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación (IICE) rescató que pese a ser un año de mucha incertidumbre e interrogantes, “no fue un año perdido, al contrato, fue un año en donde aprendimos a revalorizar la escuela, el trabajo del docente y a generar espacios donde encontrarnos en la virtualidad y aprendimos del papel de las emociones en la educación”.

“Esta pandemia dejó muchas huellas en la trayectoria de cada familia y de cada institución que debemos tomar muy en cuenta para replantearnos qué educación queremos», profundizó.

Fernanda Ozollo es otra de las expertas que intenta plantear los desafíos que implica la educación en la pandemia de coronavirus y con brechas educativas y tecnológicas preexistentes a la crisis sanitaria.

Veníamos de un piso muy desigual en la educación y la pandemia lo profundizó. En estos seis meses hay chicos que tuvieron acceso a dispositivos y hacer algún proceso y hay otros que no tuvieron ningún tipo de asistencia ni acceso a contenidos”, consideró como un punto de partida para evaluar lo que vendrá en la postpandemia.

A partir de esta transición, Ozollo consideró fundamental “construir puentes respetando la trayectoria de cada alumno para no dejar más estudiantes afuera del sistema”.

“Creo que hoy estamos muy centrados en la vuelta a clases o en una ‘especie de normalidad’ sin preguntarnos el para qué, lo que en definitiva profundizará aún más las diferencias entre los que siguen en la virtualidad y aquellos que quizás corren riesgo de contagiarse y transmitir la enfermedad a la familia por ir a clases”, observó la académica de la Facultad de Educación.

«Debemos seguir cuidando la salud», enfatizó.

“La educación como derecho fundamental debe garantizar un piso común para todos, una serie de elementos que todos podemos llegar a acreditar y hay que buscar las estrategias para que todos podamos avanzar desde este lugar de equidad”, sintetizó.

 

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