Estado de la Unión: «Nunca existió un mejor momento para vivir el sueño americano», y otras frases de Donald Trump

Desde el Congreso, el presidente de Estados Unidos dio su primer discurso del Estado de Unión.
Después de mucha expectativa y pronósticos, el presidente de Estados UnidosDonald Trump dio su primer discurso del Estado de la Unión desde el Congreso. El mandatario, que suele ser un generador de dichos racistas y misóginos, mostró una faceta un tanto más conciliadora, similar a la que presentó en su primera alocución en el recinto legislativo. Hizo un llamado a la unidad -habló repetidamente de los estadounidenses, no de líneas partidarias- y repasó lo que consideró «los logros» de su gestión.
Durante más de una hora, el mandatario norteamericano se paseó por temas que fueron desde la unión de republicanos y demócratas, la economía, la seguridad nacional, Corea del Norte y la situación de los inmigrantes en Estados Unidos.
«No es suficiente unirnos en los momentos de crisis y desastres», afirmó Trump y luego reiteró: «No hay un pueblo con tanta determinación como el estadounidense. (…) Todos juntos, como un equipo, un pueblo, todos compartimos el mismo corazón, el mismo destino y la misma gran bandera estadounidense».
En su repaso, Trump se concentró en los aspectos positivos -describió por ejemplos algunas historias personales de cómo, dijo, su reforma impositiva mejorará la vida de trabajadores y dueños de pymes-, pero no les escapó a los temas más sensibles en la actual polarización política del país.
«Nunca existió un mejor momento para alcanzar el sueño americano. Juntos podemos alcanzar cualquier cosa», sentenció el líder republicano.
Celebró la eliminación «del corazón del desastroso Obamacare», el sistema de salud aprobado por Barack Obama en 2010, reivindicó su agenda social conservadora -«La fe y la familia, no la burocracia o el gobierno, son el centro de la vida»- y ratificó sus críticas a los jugadores negros de fútbol americano que se arrodillaron al escuchar el himno nacional, en repudio al racismo policial.
Política migratoria, eje de conflicto
Sin lugar a dudas el tema que más dividió a la tribuna que llenó el Capitolio esta noche fue el debate sobre la inmigración.
Trump describió una vez más su propuesta de reforma migratoria que habilita la ciudadanía a los más de 700.000 jóvenes inmigrantes, conocidos como dreamers, que fueron beneficiados por el gobierno de Obama para trabajar y estudiar, pese a no vivir legalmente en el país. Sin embargo, inmediatamente lanzó una chicana.
«Mi deber es proteger el derecho de todos al sueño americano….porque los estadounidenses también son soñadores», aseguró y sólo los legisladores republicanos estallaron en aplausos.
Trump destacó que su proyecto de reforma incluirá la expansión del muro fronterizo «para que no entren más criminales y terroristas» y pondrá fin a la lotería anual que otorgaba visas de manera azarosa a ciudadanos de todo el mundo.
Seguridad nacional
Ya hacia final de su discurso, cuando se refirió a la política exterior -a la que limitó casi por completo a «la amenaza terrorista de ISIS», al «peligro» que representan «rivales como China y Rusia», y al conflicto en Afganistán- hizo un anuncio.
Además, Trump anunció la decisión de mantener abierta la prisión en la base naval estadounidense en Guantánamo, Cuba, -famosa por ser un agujero negro legal y un escenario para tortura y todo tipo de abusos- que su antecesor Barack Obama había intentado infructuosamente cerrar definitivamente.
«Acabo de firmar una orden orientando al secretario [de Defensa Jim] Mattis que reexamine nuestra política de detención militar y mantenga abierta las instalaciones de detención en Guantánamo», expresó Trump ante el Congreso durante su discurso sobre el estado de la Unión.
Fuente: La Nación