Ucrania, Israel y China: cuáles son las visiones de Harris y Trump sobre la política exterior de EEUU

Ucrania, Israel y China: cuáles son las visiones de Harris y Trump sobre la política exterior de EEUU

El candidato republicano amenaza con terminar con el respaldo a Ucrania y acercarse mucho más a Benjamin Netanyahu, dejando de lado los reparos de la Casa Blanca a la situación humanitaria en Gaza. La posición de la actual vicepresidenta.

Continuidad o ruptura. Donald Trump y Kamala Harris tienen visiones contrastantes en la gran mayoría de su ideario político, pero esas diferencias se acentúan mucho más en términos de política exterior.

Las ideas de ambos candidatos sobre geopolítica internacional están en ángulos opuestos. El mundo será muy distinto en caso de un triunfo republicano o una victoria demócrata en las elecciones presidenciales de este martes 5 de noviembre. Los comicios no solo tendrán un enorme impacto interno, sino también en el desarrollo futuro de conflictos bélicos como los de Ucrania Medio Oriente.

“Un triunfo de Trump implica un cambio de importancia mundial, mientras que en caso de que se imponga Harris, se verá una continuidad de las políticas de Joe Biden, pero más profundas”, dijo a TN el analista internacional Jorge Castro.

Las principales diferencias entre Kamala Harris y Donald Trump en política exterior

La guerra de Ucrania es uno de los puntos que más divide a los programas de ambos candidatos.

La actual vicepresidenta, en caso de ganar, buscará profundizar el apoyo de la Casa Blanca a Ucrania y la ayuda militar y económica al gobierno de Volodímir Zelenski.

Volodimir Zelenski pone en juego el futuro de Ucrania en las elecciones presidenciales de Estados Unidos (Foto León Neal/Reuters)
Volodimir Zelenski pone en juego el futuro de Ucrania en las elecciones presidenciales de Estados Unidos (Foto León Neal/Reuters)

Kiev depende del respaldo de la OTAN, liderado por Estados Unidos, para seguir haciendo frente a la ofensiva rusa en el este de Ucrania. Sin esa estrecha colaboración militar y financiera, las fuerzas armadas ucranianas no habrían podido lanzar su exitosa ofensiva en la región rusa de Kursk que le permitió abrir un segundo frente de guerra y dividir a las tropas de Vladimir Putin. En síntesis, Ucrania ya habría sucumbido ante el poderío del Kremlin.

“Trump ha dicho que lo primero que hará será terminar con las dos guerras, la de Ucrania y la de Medio Oriente. Ahí están las prioridades del candidato republicano”, afirmó Castro.

El magnate republicano fue lapidario con Zelenski. Lo definió como “el mayor vendedor de la Tierra” por haber convencido a Washington y a sus socios de la OTAN a entregarle decenas de miles de millones de dólares en armamento de avanzada y pertrechos militares para luchar contra Rusia. “Cada vez que viene al país se lleva 60.000 millones de dólares”, dijo. Además, lo acusó de haber iniciado el conflicto y llegó a sugerir que la paz debería firmarse con la entrega de territorio ucraniano a Moscú.

“Nunca debió haber permitido que esa guerra comenzara”, aseguró.

Trump se ha cansado en campaña de anunciar que con él en el gobierno la guerra de Ucrania se acabaría de un plumazo. Incluso, dijo que mantiene una buena relación con Putin y que terminaría con el conflicto en 24 horas. Solo busco el fin de la guerra. Voy a trabajar para lograr la paz”, señaló. En concreto, dijo que recortaría toda ayuda militar y económica a Ucrania, desatando el temor de toda Europa.

Putin puso dos condiciones para terminar la guerra: el retiro de las tropas de Kiev de las cuatro regiones ucranianas anexadas (Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporoyia) y que Kiev ponga fin a su anunciado ingreso a la OTAN. Pero Zelenski dijo que solo negociaría la paz con el retiro total de los soldados rusos de su territorio, incluida la península de Crimea, anexada en 2014.

¿Qué pasará con la guerra de Medio Oriente?

Trump considera que Biden y Harris han sido débiles en Medio Oriente. De hecho, asegura que si él hubiese seguido en la Casa Blanca no habría existido el brutal ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023.

Sus críticas a Harris son contundentes. La llegó a acusar de “odiar a Israel”. Su alineamiento con el gobierno de Benjamin Netanyahu es absoluto. Incluso, lo animó a terminar el trabajo en Gaza.

Benjamin Netanyahu se siente cómodo con un eventual triunfo de Donald Trump (Foto: REUTERS/Amir Cohen)
Benjamin Netanyahu se siente cómodo con un eventual triunfo de Donald Trump (Foto: REUTERS/Amir Cohen)

La vicepresidenta tiene una visión diferente. Si bien la actual administración de Biden se ha alineado con Israel, ha puesto reparos y condicionado la ayuda militar ante el sufrimiento del pueblo palestino de Gaza. Harris, en este punto, prometió no guardar silencio sobre la situación humanitaria que golpea al enclave palestino, que ha cosechado severos cuestionamientos en Naciones Unidas y en numerosos países europeos y latinoamericanos.

Harris pretende presionar por un alto el fuego tanto en Gaza como en Líbano a través de negociaciones diplomáticas.

Quizás en el punto en que más converjan ambos candidatos sea en relación con Irán. Los dos coinciden en mostrarse duros con el gobierno teocrático iraní, pero Trump acusa a la actual gestión de haber sido débil y permitido que Teherán avanzara con sus proyectos nucleares. El magnate dijo que Israel debería atacar las instalaciones nucleares iraníes en contraposición a las presiones de Biden de centrar la ofensiva israelí sobre objetivos militares, pero no petrolíferos ni atómicos, como finalmente ocurrió.

“Si bien algunos de los fundamentos no cambiarán, incluida la estrategia de contención que Estados Unidos ha adoptado hacia Irán desde 1979, las probabilidades de que una administración de Harris alcance un acuerdo mutuamente beneficioso con Irán son mucho mayores que en un segundo mandato de Trump. Hay literalmente rencor entre Irán y Trump: él mató al general Qassem Soleimani en 2020 e Irán ha estado intentando matarlo desde entonces. Casi nadie en el entorno de Trump está interesado en un acuerdo que beneficiaría al régimen iraní, incluso si el propio Trump pudiera sentirse atraído por la perspectiva de un acuerdo con Teherán” dijo a TN el analista Ali Vaez, jefe del Proyecto Irán del Crisis Group, una ONG especializada en la resolución de conflictos.

China, OTAN y América Latina

Este panorama geopolítico se completa con China, el principal adversario estratégico de Estados Unidos.

Las relaciones bilaterales se han mantenido estables en los últimos años. Incluso Biden ha mantenido los aranceles impuestos a Beijing durante el gobierno de Trump a una extensa serie de productos chinos.

Harris seguirá con la misma política que su mentor en caso de asumir la presidencia. Trump no está de acuerdo con este status quo y quiere impulsar una política más agresiva, incluso con un respaldo militar a Taiwán en caso de una invasión.

En el ámbito de la OTAN, Biden logró acabar con los continuos roces que caracterizaron la relación entre Estados Unidos y la alianza atlántica durante la administración Trump, que incluyeron la ruptura de acuerdos como el nuclear iraní.

Sobre América Latina, dependerá mucho de cada país. Los virulentos ataques de Trump a los inmigrantes latinos, con amenazas latentes de expulsión masiva, vaticinan una relación difícil con los países que tienen una mayor proporción de migrantes en los Estados Unidos, como México y la región centroamericana. También sus amenazas arancelarias afectarían y mucho a la región y ni hablar de sus proyectos de aplicar más sanciones a Cuba, Venezuela y Nicaragua. De hecho, durante su gobierno se canceló la apertura impulsada por Barack Obama entre Washington y La Habana, con nuevas y poderosas sanciones a la isla, que afectaron el proceso de normalización de relaciones y causaron graves daños económicos en el país caribeño.

Harris promete continuidad y diálogo con América Latina. Pero en Buenos Aires, se descuenta que Javier Milei sonreirá si el magnate neoyorquino logra finalmente su objetivo de volver a la Casa Blanca.

Fuente: TN