Racing se lo dio vuelta a Mitre y evitó el papelón
En Banfield, el equipo de Diego Cocca se impuso por 2-1 y enfrentará a Olimpo en 16avos de final.
Racing debutó en la Copa Argentina y lo hizo con sufrimiento. Empezó abajo ante Mitre de Santiago del Estero y Lisandro López falló un pena; pero después el delantero se redimió con el empate y Leandro Grimi selló el 2-1 sobre el final con una pirueta. De no creer. El equipo de Diego Cocca accedió a los 16avos de final, donde enfrentará a Olimpo de Bahía Blanca.
El equipo de Avellaneda dominó desde el primer minuto a Mitre -en la próxima temporada jugará en la B Nacional tras conseguir el ascenso desde el Federal A- y generó situaciones en el arco rival. La más clara fue la primera del partido, de Matías Zaracho (la gran figura del equipo en Medellín, en el triunfo por Sudamericana ante el DIM), que remató de derecha y el arquero Alejandro Medina le ahogó el grito.
Sin embargo, el equipo santiagueño se puso en ventaja a los 23 minutos, en su primera aproximación al arco de Juan Musso. Ramiro Fergonzi capturó en el área un rebote largo tras las dificultades de Egidio Arévalo Ríos para dominar el balón y no dudó: remate fuerte de derecha, abajo, contra el palo. El 1-0 estaba instalado en la chapa y la sorpresa en el estadio.
Mitre, ordenado, soportaba los avances de un Racing desesperado por el empate. Y a los 27 pudo aumentar el marcador tras un desborde de Bottino por la derecha que derivó en un centro al corazón del área. Allí apareció Joaquín Quinteros, pero su zurdazo se perdió apenas al lado del palo izquierdo del arco de Musso.
Tanto fue al ataque Racing que en cualquier momento podía llegar el empate. A los 41, tras un córner desde la derecha, Grimi se anticipó en el primer palo y desvió de cabeza. Por el segundo apareció Lisandro López -exigido- y no pudo convertir.
Para el segundo tiempo Racing salió decidido a evitar el papelón. Y a los 13 tuvo una chance propicia para el empate: Iván Pillud se metió en el área por la izquierda, envió un centro que dio en una mano y Nicolás Lamolina no dudó. Penal y Lisandro López, que volvía a ser titular tras recuperarse de un desgarro (ya había jugado en Medellín), le dio cruzado, a media altura y convirtió en héroe a Medina, que le adivinó la intención y reaccionó a puro reflejo. Racing no podía con Mitre y el reloj empezaba a jugar su partido.
A los 28, llegó la jugada más sorprendente del partido (a pesar del desenlace que le aguardaba al encuentro): Rosales envió un buscapié al área que encontró en soledad a Lisandro López. El delantero definió con furia –a quemarropa– con la bronca del penal fallado. Pero ni esa le salió. Medina otra vez se hizo gigante y le tapó dos veces el arco. Gigante.
La paradoja del duelo entre Lisandro y Medina se resolvió a los 33. El delantero finalmente instaló el empate en la jugada más insólita. Con el 1-1, Mitre se desmoronó y Racing sobre el final consiguió el 2-1 con una pirueta de Grimi. Los dos goles que le dieron la clasificación fueron (casi) por casualidad. Aunque los de Cocca no merecían perder -tampoco definir por penales, aunque no mostraron su mejor nivel- salvaron el papelón y siguen en carrera.
Fuente: Clarín